24h Cantabria.

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Agosto marca un nuevo récord de calor en Cantabria, el tercero más alto en seis décadas.

Agosto marca un nuevo récord de calor en Cantabria, el tercero más alto en seis décadas.

El mes de agosto de este año ha marcado un nuevo hito en Cantabria, alcanzando una temperatura media de 19,9 grados centígrados, lo que representa un aumento significativo de 1,6 grados sobre el promedio histórico registrado entre 1991 y 2020. Según los datos de la Delegación Territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este agosto se posiciona como el tercero más caluroso desde 1961, subrayando una tendencia climática que continúa preocupando a la comunidad científica y a la sociedad en general.

La temperatura máxima media en la región alcanzó los 25,7 grados, superando en 1,9 grados la media esperada para este mes (23,8 ºC). Notablemente, se batieron récords de calor en varias estaciones meteorológicas locales, con un máximo histórico en Terán que llegó a los 43,5 grados, una cifra que destaca la intensidad del fenómeno climático que se ha vivido este verano.

Por otro lado, las temperaturas mínimas también mostraron un aumento, con un promedio de 14,2 grados, 1,4 grados por encima de lo habitual (12,8 ºC). Este incremento en las temperaturas, combinado con una disminución de las precipitaciones, genera un panorama preocupante respecto a la gestión de los recursos hídricos en la región.

Las lluvias de agosto fueron menores a lo esperado, alcanzando un promedio de 41,5 litros por metro cuadrado, lo que representa un 22% menos que la media habitual de 53,4 mm para este mes. Este déficit hídrico se suma a la escasez de lluvias que caracteriza el actual año hidrológico, que hasta ahora presenta un carácter seco, con un total de 1028,0 mm, un 12% por debajo de la media histórica.

Además, se registraron un notable número de descargas eléctricas, totalizando 3.101 rayos, siendo el día 13 el más activo con 2.366 descargas. Este fenómeno, junto con una ola de calor que afectó a la región entre el 10 y el 17 de agosto, ilustra la complejidad del clima cántabro, donde la estabilidad de las temperaturas se ve alterada por eventos extremos cada vez más frecuentes.

Las condiciones climáticas cambiaron drásticamente en la tercera semana de agosto, cuando borrascas provenientes del Atlántico Norte provocaron un descenso notable de las temperaturas. La última semana del mes presenció la llegada de frentes asociados al ex-huracán Erin, generando precipitaciones débiles, salvo un día 21 que destacó por lluvias intensas en la bahía de Santander y la cuenca del Miera.

Las lluvias que se produjeron ese día fueron cálidas y de alta intensidad en áreas muy localizadas, con gotas pequeñas y considerablemente menores que las precipitaciones típicas. El registro de temperatura más alta del mes fue de 43,3 grados centígrados el día 15, mientras que la mínima más baja se registró el día 23 en Nestares con 2,7 grados.

En términos de viento, el día 29 se presentó con una racha máxima de 91 kilómetros por hora en el Mirador del Cable, en los Picos de Europa, destacando aún más la diversidad y la energía con la que la naturaleza se manifiesta en esta región. Ante estos acontecimientos, es crucial reflexionar sobre el futuro del clima en Cantabria y la responsabilidad colectiva para mitigar los efectos del cambio climático en nuestro entorno.