Arranca el proceso judicial del homicidio de la casera en Castilla-Hermida

Arranca el proceso judicial del homicidio de la casera en Castilla-Hermida

La Audiencia Provincial de Cantabria se prepara para el juicio con jurado popular al hombre acusado de asesinar a la mujer que lo alojaba en su casa en la calle Marqués de la Hermida de Santander. El fiscal solicita una pena de 20 años de cárcel, mientras que las hijas de la víctima piden prisión permanente revisable.

El juicio se llevará a cabo en la Sección Primera de la Audiencia Provincial a partir del lunes 6 de noviembre hasta el viernes 10 de noviembre. El interrogatorio y la prueba testifical serán el primer día, seguidos por la pericial en el segundo día. El tercer día se dedicará a las conclusiones e informes de las partes, y el último día se presentará el objeto del veredicto al jurado popular para su deliberación y fallo.

El fiscal también exige al acusado una indemnización de 85.200 euros para las hijas de la fallecida, mientras que las hijas elevan la petición a 110.760 euros.

Los hechos ocurrieron en febrero de 2020, cuando el acusado, G.B.C., de 38 años, fue detenido por la Policía Nacional en la vivienda donde se encontró a la mujer con signos aparentes de violencia. La víctima había llamado al 112 pidiendo auxilio a las 2.40 horas.

El hombre tenía antecedentes penales y estaba siendo buscado por un juzgado de Málaga.

Según la acusación del fiscal, el asesinato se produjo después de una discusión entre la víctima y el acusado debido al consumo de cocaína por parte de este último. La mujer había acogido al acusado en su casa, pero no quería que consumiera drogas. Aprovechando su superioridad física, el hombre ató a la mujer para que la dejara en paz. Horas después, ella logró llamar al teléfono de emergencias informando que estaba atada y que la querían matar y asfixiar.

La Policía Nacional acudió rápidamente al lugar, pero no obtuvo respuesta cuando llamaron al timbre de la puerta. Contactaron a una vecina para intentar saltar de una casa a otra, pero finalmente llamaron a los bomberos. Cuando accedieron a la vivienda, encontraron a la mujer atada y con una tira de tela alrededor del cuello. El acusado confesó que no la aguantaba más y que le rodeó el cuello con sus manos.

La Fiscalía considera que estos hechos constituyen un asesinato merecedor de una pena de veinte años de prisión y una indemnización de 85.200 euros para las hijas de la víctima. La acusación particular, representada por las hijas, está de acuerdo con el relato del ministerio público y pide prisión permanente revisable y una indemnización de 110.760 euros.

Por su parte, la defensa argumenta que el acusado ató a la mujer con el objetivo de consumir drogas y luego la iba a liberar. También afirma que tapó la boca de la mujer para que no la escucharan los agentes de policía y que su cliente no era consciente de sus acciones debido a su enfermedad mental y al consumo de cocaína. La defensa califica los hechos como homicidio con la concurrencia de la eximente incompleta de alteración psíquica y/o la atenuante de drogadicción.

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Cantabria