La justicia ha dado un paso en el caso de una auxiliar de enfermería del Servicio Cántabro de Salud (SCS), quien aceptó los cargos en su contra por acceder de manera indebida al historial clínico de su exmarido. Este martes, la Audiencia Provincial impuso una sentencia de un año y nueve meses de prisión, además de una multa de 1.680 euros.

Aparte de la condena penal, la acusada ha sido inhabilitada para ejercer su cargo durante un periodo de cinco años y nueve meses. Esta decisión se produjo tras un acuerdo entre las partes que fue ratificado justo antes del inicio del juicio, donde la auxiliar reconoció su culpa en el delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Gracias a este acuerdo, las penas solicitadas inicialmente por la Fiscalía y la acusación particular se vieron significativamente reducidas. En este sentido, la acusada ha abonado 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil, lo que ayudó a atenuar las consecuencias legales de su acto.

El tribunal ha hecho hincapié en que la sentencia es definitiva, ya que ninguna de las partes ha mostrado intención de apelar. Además, se ha planteado la posibilidad de suspender la pena de prisión, bajo la condición de que la acusada no cometa ningún delito durante los próximos dos años. Esta medida deberá ser confirmada en un auto posterior por la Sala.

La acusada accedió al historial médico de su exmarido en 16 ocasiones, utilizando sus credenciales de manera inapropiada. Reconoció que actuó sin consentimiento y sin ninguna justificación profesional para acceder a esa información privada, la cual utilizó en procesos judiciales en su contra.

Originalmente, la Fiscalía había solicitado una pena mucho más severa de tres años y tres meses de prisión, además de una multa considerable y una inhabilitación de doce años. Por su parte, la acusación particular reclamó incluso seis años y tres meses de prisión y mayores multas. No obstante, estas demandas fueron suavizadas tras el acuerdo alcanzado.