El pasado 2 de noviembre, Santander amaneció con un panorama inusualmente frío, marcado por las bajas temperaturas en varias estaciones meteorológicas de la región. Cabaña Verónica, situada en la vertiente cántabra del Parque Nacional de Picos de Europa, ha sido la más gélida del país, con un sorprendente -0,9 grados centígrados a las 5:30 de la mañana.

Este registro, que lidera la lista de las temperaturas más bajas de España, se sitúa junto a otros puntos fríos como Astún-La Rasca, en Huesca, y el Puerto de Navacerrada, en Madrid, que también presentan cifras negativas según los informes de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) a los que tuvo acceso Europa Press.

En este contexto de frío extremo, Reinosa destaca como la cuarta localidad más fría, aunque ya con una temperatura ligeramente positiva de 0,2 grados centígrados. En contraste, San Bartolomé de Tirajana, en Las Palmas, ha disfrutado de un clima totalmente opuesto, con un promedio de 25,7 grados, convirtiéndose en el lugar más caluroso del país en esta jornada.

Además del frío, la región ha sido escenario de intensas rachas de viento. Cabaña Verónica y Coriscao, también en Picos de Europa, alcanzaron vientos de 55 y 54 kilómetros por hora, lo que las coloca entre las diez rachas más fuertes de España. Esta combinación de bajas temperaturas y viento resalta la variedad climática que se puede experimentar en el país, incluso a principios de noviembre.