Cantabria destinó un 20% adicional a los salarios de Buruaga y los consejeros en su presupuesto 2024.
El proyecto de ley de presupuestos de Cantabria para 2024 ha generado polémica al incluir un aumento de casi un 20 por ciento en las retribuciones de la presidenta, Maria José Sáenz de Buruaga, y de los consejeros del Gobierno (PP). Según se argumenta, este incremento busca corregir el "desequilibrio" existente con los sueldos de otros cargos de "menos responsabilidad", como directores y secretarios generales.
En concreto, María José Sáenz de Buruaga pasará de cobrar 65.555 euros al año a 77.634 euros brutos (+18,4%), mientras que los consejeros pasarán de percibir 62.575 euros a 74.581 euros (+19%).
Ante las críticas, la consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, ha ofrecido una rueda de prensa para explicar esta medida. Según ha señalado, los sueldos del presidente y los consejeros llevan casi sin cambios desde el año 2010, cuando se produjo una reducción generalizada en los salarios de los empleados públicos. Desde entonces, los sueldos de los directores generales, secretarios generales y jefes de gabinete han aumentado, generando así una brecha salarial con los miembros del Consejo de Gobierno.
Según Urrutia, esta diferencia salarial es "anómala, incomprensible, carente de toda lógica y única en todo el territorio nacional". En su opinión, los sueldos deberían reflejar la responsabilidad política, jurídica y patrimonial que recaen sobre los consejeros y el presidente del Gobierno.
La consejera ha enfatizado que no se trata de una subida generalizada de los sueldos de los altos cargos, sino de una corrección del desequilibrio existente. Además, ha destacado que aún con esta subida, el coste total del actual Gobierno del PP es inferior al del anterior, ya que se ha eliminado el cargo de vicepresidente y se ha reducido el número de direcciones generales.
Por otro lado, Urrutia ha señalado que la ley de presupuestos también recoge una subida de sueldo para todos los diputados, lo cual supera con creces el coste supuesto por la subida de retribuciones del presidente y los consejeros. Finalmente, ha destacado que todos los gobiernos han querido corregir este desequilibrio, pero no lo han hecho por falta de valentía.
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