En Santander, Cantabria, se ha revelado un preocupante informe que pronostica la pérdida de playas en los próximos diez años debido a la subida del nivel del mar. El informe de Greenpeace titulado 'Crisis a Toda Costa 2024. Análisis de la situación del litoral ante los riesgos de la emergencia climática', presentado recientemente, alerta sobre las graves amenazas que enfrenta el litoral cántabro.

De acuerdo con el informe, la mayoría de la costa de Cantabria se verá afectada por la erosión y la subida del nivel del mar. Zonas como la ría de Tina Menor, Santander, Noja, y Castro Urdiales serán especialmente vulnerables a estos cambios. Esta situación se agrava aún más con el aumento de la temperatura del agua y la formación de fenómenos climáticos extremos como DANAs y ciclones.

El estudio también alerta sobre el riesgo de inundaciones, especialmente en áreas como Santoña donde el 70% de las calles se encuentran en zonas de riesgo. Además, se destaca que solo el 10% de la costa cántabra está protegida, lo que la hace altamente vulnerable a la erosión y la urbanización descontrolada.

Los espacios naturales protegidos en la costa cántabra, como los parques naturales de Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, son de gran valor ambiental pero están expuestos a la presión turística y urbanizadora que busca emular el modelo mediterráneo en el norte.

Greenpeace también señala la grave contaminación en la costa cántabra, especialmente en zonas como Usgo donde la planta de Solvay vierte residuos contaminantes al mar. Estos residuos se extienden a lo largo de 12 kilómetros de costa, afectando a playas como Virgen del Mar, Los Caballos y La Concha, entre otras.

Por otra parte, Noja se enfrenta a la problemática de la masificación turística, pasando de 2.700 habitantes en invierno a 80.000 en verano. La ocupación esporádica de viviendas genera dificultades en la planificación de servicios públicos en la localidad.

En resumen, Cantabria enfrenta un panorama preocupante en su litoral, con riesgos de erosión, contaminación y masificación turística que amenazan sus recursos naturales y su biodiversidad. Es urgente tomar medidas para proteger y conservar este tesoro natural antes de que sea demasiado tarde.