En un informe reciente, el Ministerio de Transportes ha confirmado que el costo del proyecto ferroviario que conecta Bilbao con Cantabria ha aumentado considerablemente, pasando de 2.400 millones a 3.900 millones de euros. Como resultado, han decidido priorizar la conexión hasta Castro Urdiales, lo que ha provocado el desacuerdo de las autoridades cántabras.

En la última reunión de la Mesa Ferroviaria, celebrada en Santander, los representantes de Cantabria expresaron su oposición a la segmentación del proyecto en tramos, temiendo que la conexión final quede limitada a Castro Urdiales y no llegue a Santander. También exigieron un cronograma claro para visitar la fábrica de trenes de Cercanías, prevista para el primer semestre de 2026.

El consejero de Fomento de Cantabria, Roberto Media, manifestó la falta de confianza en las promesas del Ministerio, enfatizando la extrañeza de que los representantes del Gobierno central no estuvieran presentes en la reunión. Esta situación, según él, es inusual y refleja un preocupante patrón de descuido hacia las necesidades de la región.

Desde la Delegación del Gobierno en Cantabria se justificó la ausencia de los representantes centrales alegando problemas de agenda, lo que aumentó la frustración del consejero, quien no ha tenido la oportunidad de dialogar directamente con ellos. A pesar de esto, se ha programado una reunión entre el comisionado de Cercanías y Media para el 7 de octubre.

En la Mesa de esta semana participaron otros actores relevantes, como representantes de varios partidos políticos, sindicatos y diversas organizaciones locales. Según el consejero, hubo un rechazo generalizado a la estrategia del Ministerio de dividir el proyecto en tres tramos, una acción que genera dudas sobre la culminación de las obras y el compromiso del Gobierno.

El PRC también reveló una respuesta del Ministerio que justifica el aumento del presupuesto como una razón para dividir el proyecto, alegando que se priorizará el tramo entre Castro y Bilbao por su viabilidad socioeconómica. Media enfatizó que Cantabria no aceptará este enfoque que percibe como un intento de engaño.

Media recordó que el estudio de viabilidad para la conexión ferroviaria Santander-Bilbao, presentado en 2022, sigue sin ser público y exigió su entrega para ser analizado por la Universidad de Cantabria. El consejero subrayó que la falta de transparencia es inaceptable y que la fragmentación del estudio no tiene justificación lógica.

Asimismo, el consejero solicitó una visita a la empresa CAF, encargada de construir los nuevos trenes de Cercanías, para verificar el avance de la producción, ya que no ha obtenido respuesta de Renfe. Preocupa que los plazos prometidos no se cumplan, algo que Media se resiste a aceptar sin evidencia tangible.

La discusión sobre el proyecto ferroviario ha suscitado tensiones políticas, con el PRC criticando abiertamente el aparente favorecimiento de intereses vascos sobre las necesidades cántabras. López Estrada, representante del PRC, reivindicó la importancia de una conexión directa desde Cantabria a Europa y lamentó la falta de atención del Gobierno nacional hacia sus demandas locales, como el soterramiento ferroviario en Torrelavega.

La percepción general es de un creciente descontento en Cantabria ante la falta de compromiso real por parte del Gobierno central, lo que encierra un futuro incierto para el desarrollo de infraestructuras vitales en la región.