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Centro de datos Altamira: menor consumo eléctrico y cero uso de agua, afirma Arasti.

Centro de datos Altamira: menor consumo eléctrico y cero uso de agua, afirma Arasti.

En medio de un clima político de incertidumbre, los partidos de la oposición han expresado su preocupación respecto al ambicioso proyecto denominado Campus Tecnológico de Centro de Datos 'Altamira'. Acusan al Gobierno de carecer de la transparencia necesaria que este tipo de iniciativas demanda, lo que ha generado un intenso debate en el Parlamento cántabro.

El proyecto, impulsado por la firma Stoneshield Capital a través de su subsidiaria XDC Properties, promete ser una revolución en términos energéticos. Según Eduardo Arasti, consejero de Industria en Cantabria, se prevé que esta instalación consuma menos energía que cualquier otro centro de datos en el país, al tiempo que no utilizará agua para su refrigeración. Esta idea se basa en el uso de una solución eléctrica eficaz que, según Arasti, no generará coste alguno al sistema eléctrico nacional.

La ubicación estratégica de este campus, en los municipios de Piélagos y Villaescusa, está pensada para conectarse a la subestación eléctrica de Penagos, un punto neurálgico que está preparado para satisfacer altas demandas energéticas. Sin embargo, el desarrollo del proyecto se enfrenta a la condición de que el Ministerio para la Transición Ecológica inicie la planificación de nuevas posiciones en esta subestación para los años 2026 a 2030.

Durante su comparecencia en el Parlamento, Arasti subrayó la magnitud del proyecto, que podría representar una inversión histórica de más de 3.600 millones de euros y la creación de alrededor de 1.500 empleos, una oportunidad crucial que no debe ser desaprovechada. Comparó el desarrollo del Campus Altamira con las obras de alta velocidad ferroviaria, una conexión vital que hasta ahora ha dejado a Cantabria aislada, resaltando que ambos proyectos transportan riqueza y oportunidades para la región.

Sin embargo, estas afirmaciones no han sido bien recibidas por los grupos de la oposición, quienes han manifestado una serie de interrogantes sobre los detalles operativos del proyecto. Arasti se mostró irónico al afirmar que, a pesar de las críticas, los opositores aparentemente apoyan la iniciativa, sugiriendo que la reticencia a la transparencia podría estar más relacionada con la falta de información que con una oposición real al desarrollo.

Por su parte, el consejero defendió que el Gobierno está comprometido con la transparencia y que es esencial que toda la ciudadanía esté al tanto de la histórica oportunidad que representa este proyecto. Además, enfatizó que el futuro centro de datos será uno de los mayores y más modernos de Europa, proyectando a Cantabria como un líder en el ámbito tecnológico a nivel continental.

Entre las ventajas mencionadas, Arasti destacó la ausencia de necesidad de agua para la refrigeración, gracias a las condiciones climáticas propicias de la región, así como la conexión directa con el cable submarino Anjana de Meta, que vincula Santander con Estados Unidos. Los planes del proyecto incluyen un total de 500 megavatios de energía, a ser implementados en tres fases, con un significativo incremento de la producción energética en Cantabria en paralelo.

A pesar de la finalidad ambiciosa de esta iniciativa, las preocupaciones de la oposición no pueden ser ignoradas. A pesar del apoyo general, se han planteado cuestiones sobre posibles consecuencias negativas, como el temor a que la enorme demanda energética ponga en riesgo a otras industrias o que surjan vulnerabilidades ante ciberataques.

Los partidos opositores, aunque favorables en términos de inversión y empleo, han señalado la necesidad de que el Gobierno cumpla con su obligación de hacer públicos todos los documentos solicitados, una demanda que hasta ahora ha sido ignorada. Las preocupaciones sobre la capacidad del Gobierno para gestionar adecuadamente este tipo de iniciativas también han salido a relucir, con peticiones de cautela y equilibrio en términos de consumo energético y medioambiental.

En la línea de este diálogo crítico, el diputado no adscrito Cristóbal Palacio ha instado al Gobierno a diseñar una estrategia que asegure que este trascendental proyecto contribuya realmente a la enriquecimiento de la región, enfatizando que no podemos permitirnos que esta oportunidad se convierta en un mero juego de promesas vacías.