Este jueves, la reunión entre la Junta de Personal Docente y el consejero de Educación, Sergio Silva, representante del Partido Popular, ha finalizado sin lograr un acuerdo, lo que significa que la huelga en la educación pública de Cantabria, programada del 20 al 24 de octubre, continúa en pie.

La huelga cuenta con dos convocatorias distintas: por un lado, la mayoría de los sindicatos que forman parte de la Junta Docente, como STEC, ANPE y UGT, han propuesto una acción escalonada según el tipo de centro educativo. Por otro lado, CCOO ha decidido organizar una huelga de cinco días que afecta a todos los docentes, sin importar su etapa educativa o institución.

El principal punto de desacuerdo radica en lo que los sindicatos han denominado la "cláusula Silva". Esta estipulación exige que cualquier ajuste en los salarios de los docentes dependa de la aprobación de un techo presupuestario, una condición impuesta por el consejero.

En este último encuentro, que ha sido el undécimo entre las partes, el Gobierno ha introducido un nuevo elemento en la cláusula. Según esta modificación, si los presupuestos del próximo año no se aprueban, se garantizará que los aumentos salariales pactados se reflejen en las cuentas futuras con efecto retroactivo.

No obstante, la Junta Docente ha rechazado esta propuesta y ha sugerido redacciones alternativas, tomando como referencia el acuerdo alcanzado con el colectivo médico en la región.

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, había convocado esta reunión para buscar una solución que evitara la huelga, pero el diálogo no ha dado frutos.

Tras la reunión, ambos lados han comparecido ante los medios, y los sindicatos han reafirmado su decisión de seguir adelante con la convocatoria de la huelga, dejando claro que la movilización será una realidad si no se traducen en hechos las promesas de mejora.