El filósofo Daniel Innerarity ha destacado que la inteligencia artificial (IA) puede servir para "potenciar el trabajo humano" y crear nuevos empleos en lugar de destruirlos al sustituir a las personas por máquinas. Según Innerarity, la IA no es solo automatización y depende de cómo se articule la máquina y el humano. Algunas empresas entienden que hay cosas que deben ser sustituidas por máquinas, pero utilizan la IA para potenciar el trabajo humano y, por tanto, pueden crear más empleo.
Innerarity ha defendido que si se piensa en la IA solo como una automatización, los trabajadores perderán, pero si se la considera como complementaria, no solo no habrá reemplazo, sino que se crearán nuevos empleos. Estas reflexiones surgieron en un curso organizado en colaboración con la Cátedra de Inteligencia Artificial y Democracia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
En dicho curso, además de abordar la disyuntiva sociolaboral generada por la IA, se discutieron sus diferentes perspectivas. Algunos expertos resaltaron las amenazas y riesgos de la IA, mientras que otros la consideraron positiva, ofreciendo grandes oportunidades para resolver problemas de la sociedad actual.
Innerarity reflexiona que la IA requiere una renovación conceptual y una adaptación a las categorías del mundo digital. Además, destaca que su implementación genera incertidumbre en varios campos, como la justicia, la guerra, las relaciones interpersonales, el conocimiento y la vida universitaria. Según Innerarity, es importante gestionar esta incertidumbre como una oportunidad o desafío dentro de un horizonte democrático.
El filósofo enfatiza que resolver estas cuestiones requiere la implicación de las personas y una gobernanza adecuada de las tecnologías. Sin embargo, reconoce que esto plantea problemas debido a las diferencias existentes en un mundo fragmentado y a la competencia entre los modelos chino, americano, ruso y europeo, que dejan al sur global en el olvido. Innerarity también menciona la próxima normativa sobre IA en Europa y señala que es compatible tener diferentes niveles de aplicación debido a las diferentes culturas y niveles de digitalización en los países.
Innerarity también menciona las dificultades de la IA, como la hackeabilidad de los sistemas. Advierte que a medida que los sistemas se vuelven más abiertos, también se vuelven más vulnerables a los delincuentes. Sin embargo, considera que se debe llegar a un "contrato" entre humanos y máquinas para generar un ecosistema equilibrado y razonable, enfatizando que no se trata de humanos contra máquinas.