Descenso del IPC en Cantabria: se sitúa en el 2% en agosto.

En Cantabria, el Índice de Precios de Consumo (IPC) ha descendido cinco décimas en agosto en comparación con el mismo mes del año pasado, quedando en un 2%, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este jueves.

Este dato representa el nivel más bajo de inflación registrado en Cantabria desde marzo de 2021.

En cuanto a la variación mensual, la inflación en la región aumentó un 0,3% en agosto respecto a julio, mientras que en lo que va del año acumula un crecimiento del 2,3%.

Los sectores que más han aumentado en precio en Cantabria en comparación con el mismo mes del año pasado son restaurantes y hoteles, bebidas alcohólicas y tabaco, vivienda y sanidad, mientras que el sector del transporte fue el único que experimentó una disminución de precios.

A nivel nacional, el IPC se mantuvo estable en agosto y redujo su tasa interanual en 0,5 puntos, quedando en un 2,3%.

En las comunidades autónomas, Euskadi, Canarias y Aragón presentaron las tasas más altas de IPC, mientras que en el extremo opuesto se encuentran Murcia, Castilla-La Mancha y Castilla y León. Los precios bajaron en todas las comunidades, excepto en Ceuta.

En cuanto al IPC subyacente, que no incluye alimentos no elaborados ni productos energéticos, se redujo en agosto, llegando al 2,7%, su nivel más bajo desde enero de 2022.

El Ministerio de Economía destacó que la moderación en el precio de los alimentos está contribuyendo a acercar la inflación de este sector al índice general, gracias a las medidas adoptadas. Esto se refleja en la mejora de la capacidad de compra de los ciudadanos y la renta real de los hogares.

En resumen, la economía española continúa avanzando hacia el objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo, gracias a la moderación de los precios y el crecimiento económico destacado en comparación con otros países de la zona euro.

Por otro lado, el grupo de vivienda experimentó un aumento en su tasa interanual debido al incremento en los precios de la electricidad, mientras que en términos mensuales el IPC se mantuvo estable gracias al aumento de precios en ocio y cultura, y en vivienda, y la disminución en transporte y alimentos.