24h Cantabria.

24h Cantabria.

Desmantelados en Cantabria dos grupos de narcotráfico con 11 arrestos.

Desmantelados en Cantabria dos grupos de narcotráfico con 11 arrestos.

SANTANDER, 28 de noviembre. En un operativo cargado de relevancia social y enfocado en la lucha contra el narcotráfico, la Policía Nacional ha procedido a la detención de once individuos, entre los cuales se cuentan nueve hombres y dos mujeres, con edades que oscilan entre los 27 y los 61 años. Todos ellos son sospechosos de haber participado en delitos relacionados con el tráfico de drogas, y dos de ellos también enfrentan cargos por tenencia ilegal de armas, en el contexto de lo que se ha denominado 'Operación Fire'. Este amplio despliegue ha culminado en la desarticulación de dos redes operativas que se dedicaban a la comercialización de estupefacientes en la comunidad de Cantabria.

La acción policial ha resultado en la interrupción de la venta y distribución de importantes cantidades de sustancias como cocaína, hachís y MDMA en Santander y localidades cercanas. En total, se han incautado alrededor de 3.500 dosis de cocaína, preparadas para su venta, con un valor estimado en el mercado negro que alcanza los 250.000 euros. Esta intervención también ha permitido eliminar hasta ocho puntos de venta, comúnmente conocidos como 'puntos negros', donde se realizaban estas actividades ilícitas.

Los agentes del Grupo de Estupefacientes habían estado monitoreando a dos hombres desde abril, implicados en la venta y distribución de drogas al por menor en Santander y áreas circundantes. Gracias a una investigación que progresó a través de la judicialización correspondiente, se descubrió que se trataba de dos ramas de distribución distintas pero interrelacionadas, cada una con sus propios grupos de consumidores, aunque algunos coincidían entre ellos. Este hallazgo motivó el inicio de la investigación sobre ambos simultáneamente.

Las primeras fases de la vigilancia, apoyadas por diversas medidas investigativas, revelaron la presencia de una red de distribución establecida en el corazón de Santander. En este caso, los investigadores se enfocaron en un individuo que operaba a pequeña escala, vendiendo cocaína desde su vivienda, situada en una de las principales arterias de la ciudad, y también realizando ventas directas a consumidores en diferentes puntos de la urbe, utilizando tácticas de camuflaje a través de su trabajo como taxista.

Además, se confirmó que este presunto traficante tenía un colaborador cercano y contaba con dos proveedores que le suministraban las drogas que posteriormente él distribuía. A medida que la investigación avanzaba, la atención de los agentes se trasladó hacia estos proveedores, quienes mostraban un nivel de actividad "apabullante", involucrando también a otros tres distribuidores de menor envergadura vinculados a ellos y activos en localidades cercanas como Astillero y Camargo.

Simultanemente, los investigadores pusieron la mira en la segunda rama de distribución, encabezada por un individuo que tenía un compromiso notable con la venta de cocaína. Este se movía principalmente desde su hogar en Mogro-Miengo, donde convivía con su pareja. Su red no solo abarcaba a consumidores directos sino también a otros distribuidores menores, teniendo un ámbito de acción que incluía Miengo, Santa Cruz de Bezana, Piélagos, Torrelavega y, por supuesto, Santander.

En este contexto, también se halló que este sospechoso contaba con la colaboración de un cómplice que no solo se encargaba de la distribución sino que también actuaba como el custodio principal del stock de droga, resguardándose en Mortera junto a su pareja, quien también estaba implicada en las actividades delictivas. Durante un registro en su hogar, las autoridades lograron incautar un arma de fuego.

El 20 de noviembre marcó un hito en esta investigación, con la realización de siete registros en inmuebles y la detención de diez de los once implicados, quienes enfrentan cargos por tráfico de drogas en diversas localidades de la comunidad autónoma. La detención final se llevó a cabo al día siguiente, con la captura de una de las mujeres involucradas.

Los registros revelaron un total de 3.500 dosis de cocaína, que pesan un total de dos kilogramos y están listas para la venta inmediata, junto a 260 gramos de hachís, 6 gramos de MDMA, 10 balanzas de precisión, cuatro máquinas para envasar al vacío y diversos utensilios con recortes circulares, que también fueron incautados. Además, se confiscó un vehículo, una suma de 26.800 euros, un arma de fuego, 14 armas blancas, 14 teléfonos móviles y 18 relojes, todos elementos que hablan de la magnitud de esta red delictiva.

Los once detenidos, de los cuales siete ya contaban con antecedentes penales, ya se encuentran a disposición judicial, donde se ha determinado el ingreso en prisión de dos hombres. La Policía ha destacado la importancia de la incautación tanto del arma de fuego como de las 14 armas blancas, que han sido retiradas de las calles, contribuyendo así a un entorno más seguro para la comunidad.