"Docente de Santander narra su impactante vivencia en el incendio de Los Ángeles: 'Una escena de devastación comparable a una guerra'"
SANTANDER, 9 de enero. Nuria San Juan, una mujer originaria de Santander que ha hecho de Los Ángeles su hogar desde 1998 y actualmente reside en el distrito de Brentwood, compartió con Europa Press su desgarradora experiencia en medio de una devastadora ola de incendios que azota la ciudad. “Es lo más aterrador que he presenciado. Se siente como una escena de guerra”, describe con profunda angustia.
Según el crudo relato de San Juan, a pesar de haber sido testigo de otros incendios en la ciudad a lo largo de los años, el evento actual se distingue por su intensidad, rapidez y la alarmante proximidad a las áreas residenciales, lo que ha llevado a la evacuación de más de 100,000 personas hasta la fecha.
En una de estas evacuaciones masivas, San Juan vivió la experiencia directamente en el colegio donde trabaja. Aunque reconoce que las evacuaciones preventivas son parte del protocolo escolar, este evento fue totalmente inesperado: “No lo anticipábamos. Las alarmas sonaron, nos sacaron de clases y nos trasladaron en autobús a un centro seguro. Todo es un caos”, cuenta con incredulidad.
A pesar de que su hogar se encuentra a aproximadamente dos kilómetros del incendio, en una zona considerada de “bandera roja”, San Juan se mantiene en alerta constante, con su maleta lista ante la posibilidad de una evacuación repentina “si hubiera algún cambio en la dirección del viento”.
Desgraciadamente, no todos han tenido la misma suerte. Una colega de San Juan, también originaria de Cantabria, ha sufrido pérdidas devastadoras: “Su casa ha sido completamente consumida por las llamas. Salió para dar clase y no pudo regresar”, recuerda con tristeza. Su mente se llena de recuerdos cuando su padre le hablaba sobre el devastador incendio en Santander, un evento que también dejó cicatrices profundas.
Desde su hogar, San Juan observa el incendio “perfectamente” y con creciente preocupación. “Es una enorme masa de fuego”, manifiesta, reflejando el temor que muchos sienten al ver el alcance de la destrucción.
Respecto a la gestión de las labores de extinción, San Juan señala que aunque algunos puedan criticar la reacción de las autoridades, la naturaleza impredecible de los distintos focos que asolan la ciudad dificultó una respuesta más eficaz. “La situación es caótica”, añade.
Como si todo lo anterior no fuera suficiente, San Juan también alerta sobre el aumento de la criminalidad en medio de la catástrofe. “Hay personas que están aprovechándose de la desgracia, entrando a robar en casas vacías”, denuncia, enfatizando la desesperación que la crisis provoca en algunos individuos.
Finalmente, San Juan pone de manifiesto otro desafío que se avecina: el problema de la vivienda que afectará a miles de personas una vez que se extingan las llamas. “Muchos tendrán que buscar un nuevo hogar y la realidad es que no habrá suficientes viviendas disponibles para todos”, concluye con un sentido de resignación ante la magnitud de la tragedia que enfrenta su comunidad.
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