El acusado y la víctima ubicados en lugar y hora del crimen gracias a datos móviles.
Un informe pericial ha confirmado que el acusado del doble crimen de Liaño permaneció toda la noche en la vivienda en la que murieron su expareja y el bebé de ambos hace un año y medio. Los datos de geolocalización del teléfono móvil del sospechoso y del terminal de la mujer lo sitúan a ambos en las mismas horas y lugar donde supuestamente se produjeron los hechos, según el informe de la Policía Judicial. La vivienda se encuentra en la localidad cántabra de Villaescusa.
El documento elaborado a partir de información de las compañías telefónicas desacredita la versión que ha mantenido hasta ahora el único sospechoso de lo ocurrido, José R., que se ha declarado inocente. Pero los datos registrados en distintos repetidores y antenas de telefonía de la zona muestran una coincidencia espacial y temporal de los dos terminales móviles, en el lugar y a la hora donde se cree que se produjo la muerte de la mujer y el bebé.
Además, la geolocalización del teléfono del sospechoso muestra también sus desplazamientos posteriores, según los cuales permaneció toda la noche en la casa y se fue en torno a las seis de la mañana del día siguiente, en contra de lo manifestado por él.
José R. fue detenido horas después del hallazgo de los cuerpos y enviado a prisión provisionalmente, como presunto autor de la muerte de quien había sido su pareja, de 40 años, y la niña de ambos. Él habría quebrantado la orden de alejamiento que tenía sobre la mujer, dictada por el Juzgado de lo Penal número 5 de Santander en hasta dos ocasiones el mismo día de los hechos.
Tras su detención, el investigado ha negado la autoría de ambas muertes y su involucración en lo sucedido, declarándose inocente. Pero tras pasar a disposición judicial, se decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza, por dos delitos de homicidio y uno de quebrantamiento de medida cautelar.
Desde la policía también se abrió una investigación interna por la actuación de los agentes que atendieron la llamada de la mujer y no detuvieron a José R. En consecuencia, la Benemérita sancionó a los tres efectivos que intervinieron la tarde del suceso, entre los que se encontraba un sargento.