Las inclemencias del tiempo han obligado al Centro de Atención de Emergencias 112 de Cantabria a estar en alerta máxima, recibiendo un total de 232 llamadas durante el reciente fin de semana debido a un fenómeno meteorológico que ha azotado la región. Las condiciones adversas, marcadas por vientos intensos, han llevado a la comunidad a experimentar numerosos incidentes, incluido el herido leve de una mujer en Santander, como resultado de la caída de una mampara en una terraza.
Este pasado domingo fue particularmente crítico, con un notable aumento en la actividad del 112. Desde las primeras horas de la mañana hasta el final de la tarde, se registraron 188 llamadas de emergencia y se gestionaron 61 incidencias relacionadas con los fuertes vientos, que alcanzaron rachas de hasta 120 kilómetros por hora. La situación, según el informe oficial del Gobierno, se mantuvo bajo vigilancia con alertas amarillas y naranjas activas para prevenir mayores complicaciones.
Las dificultades enfrentadas por la población incluyen la obstrucción de vías por árboles caídos, la caída de carteles publicitarios y desprendimientos de elementos en fachadas, así como problemas con el suministro eléctrico. Estos fenómenos han tenido un impacto directo en la vida cotidiana de los ciudadanos, obligando a la intervención de las autoridades. Por ejemplo, en Valdáliga, un árbol caído interrumpió temporalmente la circulación ferroviaria, lo que generó una rápida respuesta por parte de los bomberos y técnicos para restablecer el servicio.
Las interrupciones en el suministro eléctrico también se han dejado sentir en varias localidades, incluido Anievas, Arenas de Iguña y Valdáliga. Aunque el servicio se ha reestablecido en la mayoría de estos lugares, en la pequeña aldea de Birruezas, se han desplegado generadores eléctricos temporales para atender a unos 40 usuarios afectados hasta que se solucione la avería de manera definitiva.
Por otro lado, un pequeño incendio en la zona de Cosío, en Rionansa, fue provocado por chispazos en una torre de alta tensión, pero logró ser extinguido de forma efectiva por los bomberos cántabros. Esta situación refleja la urgencia de abordar no solo los fenómenos meteorológicos extremos, sino también la preparación de infraestructuras críticas para mitigar sus efectos.
La situación no se limitó a áreas específicas, ya que múltiples municipios, como Camargo, Torrelavega, y Reinosa, también reportaron incidencias. Este amplio impacto subraya la necesidad de un enfoque colectivo para enfrentar y adaptarse a estas realidades climáticas cada vez más desafiantes.
De cara al futuro inmediato, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha informado que se mantienen vigentes los avisos amarillos para este lunes, en particular en las áreas centrales y en Liébana, donde se anticipan rachas de viento que podrían alcanzar los 100 km/h en puntos elevados. Este llamado a la precaución reafirma la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades y estar alertas ante las posibles complicaciones que puedan surgir.
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