El incremento de accidentes de tráfico en Cantabria causa la muerte de 21 personas y preocupa a las autoridades.

En lo que va del año, Cantabria ha experimentado un total de cinco accidentes mortales en los primeros cuatro meses, lo que refleja una preocupante tendencia que ha llevado a un aumento del 10% en el número de accidentes de tráfico en comparación con el año anterior. En total, se registraron 3.181 accidentes en 2023, con un trágico saldo de 21 personas fallecidas, incluyendo 15 peatones, ciclistas y motoristas.

La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, junto al jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, presidieron la Comisión Autonómica del Consejo Superior de Tráfico, Seguridad Vial y Movilidad Sostenible, donde se presentó un balance preocupante de la siniestralidad vial en la región.

Tanto Gómez de Diego como Tolosa expresaron su profunda preocupación por el aumento de los accidentes de tráfico en Cantabria, especialmente el incremento en el número de personas fallecidas y heridos hospitalizados. Además, destacaron que la tendencia negativa de los accidentes también se ha mantenido en los primeros meses de 2024, con cinco accidentes mortales ya registrados.

Por tanto, hicieron un llamamiento a la concienciación y a respetar las normas de seguridad vial, haciendo especial hincapié en evitar la velocidad excesiva, la distracción al volante, el uso del móvil, mantener la distancia de seguridad y no conducir bajo los efectos del alcohol.

En un análisis más detallado, se observó un aumento significativo de los accidentes que involucran motocicletas y ciclomotores, cifra que se ha duplicado en comparación con años anteriores. Esta tendencia se refleja a nivel nacional, con un fuerte incremento en fallecidos en el colectivo de peatones, ciclistas y motoristas.

Tolosa anunció que la DGT implementará medidas adicionales de concienciación y prevención para abordar este problema, incluyendo una campaña temática sobre la siniestralidad en ciclomotores y motocicletas en mayo, así como la creación de un grupo de trabajo específico para enfrentar este desafío.

En cuanto a las infracciones, se ha observado un ligero descenso en las denuncias interpuestas, aunque las sanciones por exceso de velocidad han experimentado un leve aumento. Además, se anunció la instalación de un nuevo radar de tramo en la A-8, con el objetivo de regular la velocidad en una zona de alta siniestralidad.

Para abordar la problemática de la somnolencia en los accidentes, se acordó la creación de un Grupo de Trabajo sobre Somnolencia y Conducción, con el objetivo de desarrollar estrategias efectivas para mitigar este problema, que ha sido un factor presente en un porcentaje significativo de siniestros mortales en los últimos años.

En resumen, Cantabria se enfrenta a un desafío importante en materia de seguridad vial, que requiere una acción urgente y coordinada para revertir la tendencia negativa de los accidentes de tráfico y garantizar la protección de todos los usuarios de las vías.