En una jornada marcada por la incertidumbre y la acción rápida de los servicios de emergencia, un joven de 25 años oriundo de Burgos, que había sido reportado como desaparecido en la localidad de Villasevil, Santiurde de Toranzo, fue encontrado sin lesiones en su hogar familiar de Otañes, en Castro Urdiales. La noticia llegó como un alivio para sus familiares y amigos, quienes vivieron momentos de angustia durante su ausencia.

El joven se encontraba en una casa rural de la zona disfrutando de un fin de semana con sus amigos. Sin embargo, tras abandonar la vivienda alrededor de las tres de la madrugada, su rastro se perdió por completo. La situación se complicó aún más cuando se supo que había dejado su teléfono móvil en el lugar, lo que dificultó aún más la posibilidad de localización, tal como reportó el servicio de emergencias 112 Cantabria.

A primera hora del día, ante la falta de noticias sobre el joven, el Gobierno decidió activar el nivel 1 del protocolo de búsqueda y rescate en el ámbito rural. Para coordinar las operaciones, se estableció un puesto de mando en las instalaciones de los colegios de Villasevil, donde se concentraron todos los recursos necesarios para la búsqueda.

El Centro de Atención a Emergencias 112 de Cantabria no escatimó esfuerzos en la movilización de recursos: un helicóptero, bomberos autonómicos, operativos de la Guardia Civil, drones, así como agrupaciones de voluntarios de protección civil provenientes de Los Corrales de Buelna, Villacarriedo, Corvera de Toranzo y Santa María de Cayón. Además, se incorporaron los perros de búsqueda de Protección Civil de Santander y el grupo de rescate especial de montaña, GREIM, de Asturias, lo que demuestra la solidaridad y el compromiso que existe en la comunidad frente a situaciones de emergencia.