El Gobierno de Cantabria ha revelado su ambicioso plan de presupuesto para la Consejería de Salud para el próximo año, asignando un total de 1.320 millones de euros. De esta cantidad, más de 69 millones se destinarán a inversiones significativas, incluyendo casi 23 millones para la esperada unidad de protonterapia en el Hospital Valdecilla y 7,6 millones que servirán para el desmontaje de la Residencia, un paso crucial hacia la creación del futuro Parque Científico de la Salud.

Las nuevas cuentas también contemplan 5,8 millones para la construcción de nuevos centros de salud, así como 2 millones para continuar con las obras de centros que ya están en desarrollo. Además, se asignan 200.000 euros para mejorar los consultorios rurales y 1,6 millones para establecer centros sanitarios en localidades como Polanco, San Felices de Buelna y Castro Urdiales.

El desglose del presupuesto incluye 1.286 millones para el Servicio Cántabro de Salud (SCS), lo que representa un incremento del 8,2% con respecto al año anterior. Esta partida no solo abarca aumentos salariales para médicos y enfermeras, que recibirán un 7,3% más, sino que también está orientada a la estabilización y el reforzamiento de las plantillas en el sector salud.

Adicionalmente, se han destinado 33,9 millones para la propia Consejería, lo que supone una subida del 2,3%. Dentro de este montante, destacan los 19,6 millones para Salud Pública, de los cuales 10,8 millones se reservan para la compra de vacunas, reflejando una flexibilidad financiera para la incorporación de nuevas inmunizaciones. También se incluyen más de 2 millones para la farmacia, 160.000 euros para subvenciones a ayuntamientos y casi medio millón para organizaciones sin ánimo de lucro que llevan a cabo diversos programas.

El consejero de Salud, César Pascual, expuso estos detalles en una conferencia de prensa, donde advirtió que si no se aprueba el presupuesto, que requiere el apoyo de otros grupos parlamentarios ante la minoría del PP, la comunidad podría perder 200 millones de euros adicionales, de los cuales 98 irían a Salud. Esto afectaría significativamente a inversiones y subvenciones, limitando gravemente las iniciativas en el sector sanitario.

Pascual enfatizó que la ausencia de nuevas cuentas podría poner en riesgo proyectos esenciales, como los nuevos centros de salud, y complicar la gestión de las prestaciones del SCS. También mencionó que las mejoras salariales planificadas estarían en peligro, dado que el respaldo en años previos vino del PRC, que ha condicionado su apoyo a criterios específicos.

El consejero defendió el “inédito esfuerzo presupuestario” de la administración de María José Sáenz de Buruaga, calificándolo de extraordinario con el más alto presupuesto en el ámbito de las consejerías. Este compromiso, afirmó, es fundamental para ampliar y reforzar las capacidades del sistema de salud público, constituyendo un verdadero hito para la sanidad de Cantabria. “El Gobierno continuará defendiendo la sanidad pública con acciones concretas, invirtiendo e innovando”, concluyó Pascual.