El 24 de noviembre, mientras la comunidad cántabra enfrenta condiciones climáticas extremas, el Mirador del Cable, situado en la impresionante vertiente de Picos de Europa, ha hecho historia al registrar la racha de viento más intensa en España, alcanzando una asombrosa velocidad de 194 kilómetros por hora. Estos datos han sido proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y difunden una advertencia clara sobre la fuerza de la naturaleza y los retos que estas condiciones imponen en la región.

Pero el Mirador del Cable no es el único lugar donde los vientos han mostrado su potencia. Otras dos estaciones en Cantabria han destacado en esta jornada, alcanzando posiciones destacadas en el ranking nacional. Coriscao, también en el corazón de los Picos de Europa, ha reportado rachas de 145 km/h, ocupando el segundo puesto, mientras que San Roque de Riomiera se sitúa en el cuarto lugar con rachas de 138 km/h, justo a las primeras horas de la tarde. Además, el notable Alto Campoo se suma a este desafío climático con una velocidad de viento de 121 km/h.

De hecho, San Roque de Riomiera no solo ha sido un protagonista por sus rachas, sino que también ha registrado la segunda mayor velocidad alcanzada por el viento en la jornada, con 95 km/h, reafirmando la fuerza del fenómeno meteorológico que está azotando la región.

Frente a estas condiciones meteorológicas adversas, la Aemet ha decidido mantener activo un aviso amarillo por viento en varias zonas, incluyendo Liébana, Cantabria del Ebro y el centro y valle de Villaverde. Este aviso, que se extenderá hasta las 5:00 horas, contempla la posibilidad de rachas de hasta 90 km/h, alertando a la población sobre la importancia de estar preparados ante el clima severo.

Por si fuera poco, el litoral no queda exento de riesgos, ya que también se ha emitido una alerta amarilla por la combinación de oleaje proveniente del noroeste, que puede alcanzar alturas de entre 4 y 5 metros. Esta advertencia se mantendrá activa hasta las 21:59 horas, subrayando la necesidad de precaución para quienes se acerquen a las costas cántabras.