El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Santander ha dado un paso decisivo al presentar, este viernes, una propuesta que incluye una enmienda a la totalidad y 52 enmiendas parciales por un total de 32 millones de euros en respuesta al proyecto de presupuesto del Ayuntamiento para el año 2026.

El portavoz del grupo socialista, Daniel Fernández, expuso esta dinámica durante una conferencia de prensa, donde destacó la necesidad de establecer una tasa turística que alivie la carga fiscal sobre los ciudadanos, además de criticar la "injusta" tasa que se aplica a la gestión de residuos.

Fernández también manifestó su descontento ante la falta de disposición de la alcaldesa, Gema Igual, del Partido Popular, para mantener un diálogo constructivo con la oposición respecto a este presupuesto. Afirmó que la alcaldesa está "cegada por su mayoría absoluta" y advirtió que el estilo continuista de los presupuestos anteriores no servirá en 2026, ya que impondrá un modelo de ciudad que se encuentra en un estado de agotamiento, llevando a la sociedad hacia la decadencia.

La enmienda presentada por el PSOE abarca siete áreas críticas, incluyendo la dependencia de ingresos externos, la presión fiscal oculta, la tendencia a la privatización, el descuido de los barrios, la falta de políticas de vivienda y sociales, la excesiva concentración de inversiones en el centro, y la escasa participación ciudadana en la toma de decisiones.

Fernández ha caracterizado este presupuesto como uno que se mueve por "inercia", creando un crecimiento que se sostiene a expensas de los vecinos, de las administraciones regionales y nacionales, y de la deuda, ya que incluso el Ayuntamiento ha recurrido a un préstamo bancario de 27 millones de euros.

El líder del PSOE ha alertado que este proyecto no atiende las necesidades de la ciudad, ignora las desigualdades que afectan a distintos barrios y no asegura servicios públicos de calidad. Peor aún, advierte que este enfoque ahonda la deuda y perpetúa contratos poco transparentes.

"No se trata de un presupuesto para transformar la ciudad, sino de continúar gastando lo que llega de fuera, sin hacer reformas internas. Carece de una política fiscal propia, de inversión estratégica y visión de futuro", enfatizó Fernández.

La crítica se centra, en primer lugar, en la "dependencia estructural" del presupuesto, donde el 40% de los ingresos provienen de fuentes externas, evidencia de la falta de una estrategia fiscal que empodere a la ciudad. Fernández considera que esta situación es una "huida hacia delante", que no aprovecha oportunidades como la implementación de una tasa turística o nuevas alianzas público-privadas.

Asimismo, señala que el aumento de ingresos se logra a través de una carga tributaria "regresiva e injusta", especialmente con la nueva tasa de basuras, que podría recaudar más de 17 millones de euros sin contemplar criterios sociales o ambientales, ni ofrecer bonificaciones para sectores de medianas y bajas rentas.

Desde un enfoque en la gestión pública, Fernández destaca que la externalización de servicios, como la limpieza, consume 114 millones de euros, equivalentes al 43% del total de gastos, y resalta que esta estrategia ha llevado a una repetición de deficiencias, incluyendo prórrogas de servicios, sobrecostes permanentes y una falta de supervisión adecuada.

El portavoz también critica el abandono de los barrios, donde las decisiones se centran en acciones que no resuelven las necesidades reales de los ciudadanos. Pone de relieve que el urbanismo actual está diseñado para lucir bien, mediáticamente, en lugar de atender a las necesidades de quienes residen en la periferia.

En cuanto a la vivienda pública, cuestiona el enfoque hacia la venta en lugar del fomento del alquiler social, lo cual contribuye a que cada vez más jóvenes abandonen la ciudad y provoca una gentrificación preocupante en el centro, a la vez que envejece las áreas periféricas.

El enfoque centralizado de la estrategia excluye a los barrios y expulsa a los pequeños comercios, dando paso a una ciudad diseñada para el turismo en detrimento de la comunidad local.

Fernández concluye enfatizando la necesidad de una política de participación vecinal genuina que aborde las demandas presentes y futuras de la capital cántabra.

Respecto a las 52 enmiendas parciales, el PSOE ha indicado que surgen de un "diálogo directo" con las comunidades y organizaciones locales. Entre las propuestas destaca la creación de un parque municipal de vivienda en alquiler y un programa para movilizar viviendas vacías mediante acuerdos con propietarios, como respuesta a la crisis habitacional que afecta a los jóvenes.

En cuanto a servicios sociales, los socialistas aspiran a fortalecer los recursos en el Centro Princesa Letizia, ampliar las ayudas a la dependencia y establecer convenios con el tercer sector y colegios profesionales para proporcionar atención más efectiva y personalizada.

En el ámbito de la conciliación, abogan por incrementar las guarderías municipales y apoyar a las familias durante las vacaciones escolares, facilitando así la conciliación laboral y familiar, en particular para las mujeres que asumen múltiples responsabilidades de cuidado.

En términos de movilidad sostenible, las enmiendas proponen un plan de mantenimiento de infraestructuras como rampas y escaleras mecánicas, mejorar el transporte urbano con nuevas frecuencias y líneas, así como la creación de una red de carriles bici conectada y útil.

El PSOE también plantea un plan de inversión territorializado que permita a cada barrio realizar mejoras y la construcción de parques cubiertos para fortalecer el tejido social.

En materia de sostenibilidad, sugieren el lanzamiento del plan "Santander más verde", con iniciativas de renaturalización urbana y la mejora de la calidad ambiental de los espacios públicos.

Para el comercio y el empleo, se propone un programa de apoyo al emprendimiento local, la revitalización de mercados municipales, y la iniciativa "Negocios Abiertos" para promover el comercio de proximidad y fomentar la actividad económica en todos los distritos.

En cuanto a la participación ciudadana, el PSOE demanda la reactivación de presupuestos participativos y el fortalecimiento de los Consejos de Distrito como herramientas de democracia y cogestión en lo público.

Por último, proponen la creación de una tasa turística finalista que permita financiar servicios culturales y medioambientales, sin aumentar la carga sobre los ciudadanos, garantizando criterios de equidad y justicia fiscal.

Fernández finalizó enfatizando que estas propuestas no son solo ideas aisladas, sino una alternativa viable y necesaria que busca cambiar la manera de gobernar, situando a las personas en el corazón de la política y comprometidos con una planificación e inversión con propósito.