En un emblemático juicio llevado a cabo en la Audiencia Provincial de Cantabria, el conductor implicado en el trágico atropello triple en Suesa, ocurrido en abril de 2023, ha admitido su culpabilidad. Este lunes, en un proceso donde hubo acuerdo entre las partes, el hombre aceptó una condena de cinco años y nueve meses de prisión por los incidentes que le costaron la vida a tres personas.

SANTANDER, 4 de noviembre. En esta instancia judicial, se observó un cambio en las demandas de los acusadores, ya que tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares redujeron sus peticiones iniciales de seis y nueve años de cárcel respectivamente. El acusado, Jaime A.F., quien superaba el límite de velocidad y se encontraba bajo los efectos del alcohol y medicamentos en el momento del siniestro, se mostró conforme con la pena acordada, que incluye una restricción de siete años de alejamiento del camping donde residían las víctimas cercanas al trágico evento. Durante el juicio, expresó su arrepentimiento y solicitó perdón de manera pública.

En un momento conmovedor de la audiencia, el hombre, quien en el momento del accidente tenía 73 años y vivía en la misma localidad, se dirigió a la sala para externar su "total y absoluto arrepentimiento por los hechos" y se disculpó ante las familias de las víctimas, varias de las cuales estaban presentes durante la sesión, que tuvo lugar en la Sección Primera de la Audiencia Provincial.

En el inicio de la vista, tanto el fiscal como los abogados representando a los familiares de los fallecidos -una madre y su hijo de 42 y 19 años, originarios de Sestao, y una mujer de 68 años de Santo Domingo de la Calzada-, ajustaron sus escritos previos, cambiando así el marco de la condena para el imputado, quien se encuentra en prisión provisional desde agosto del año anterior.

El pacto al que llegaron las partes, que también fue respaldado por la defensa, quien en un primer momento solicitaba la absolución, incluye una prohibición de conducción durante un periodo de nueve años, lo que equivale prácticamente a la revocación perpetua de su licencia. Además, se destacó que la compañía aseguradora del vehículo asumió plenamente la responsabilidad civil, abonando indemnizaciones que rondan el millón de euros. Las costas también serán a cargo de la acusación particular.

El fatal accidente se produjo poco antes de las ocho de la tarde del 4 de abril de 2023, cuando el acusado perdió el control de su automóvil en la carretera CA-433 mientras transitaba a 79 km/h, en una zona donde el límite era de 50 km/h. A esto se suma que casi triplicó la tasa de alcohol permitida.

Desde abril de 2016, el conductor contaba con una discapacidad reconocida del 65 por ciento y, tras el episodio trágico, dio positivo en una medicación prescrita para la depresión. Sin embargo, según la evaluación de la forense que lo examinó, esta circunstancia no tuvo influencia en el desenlace del accidente.

Las consecuencias del siniestro fueron devastadoras, ya que tres personas que se encontraban disfrutando de un paseo por el área, y que estaban alojadas en un camping cercano, fueron mortalmente atropelladas. Igualmente, la mascota de una de estas familias perdió la vida, y una mujer que conducía otro vehículo resultó herida como consecuencia del impacto con el automóvil de Jaime A.F.

Las condenas decididas incluyen tres cargos por homicidio por imprudencia grave, un cargo de lesiones también por imprudencia grave, un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria y otro por manejar bajo la influencia del alcohol.

El juicio, que en principio estaba programado para extenderse hasta el próximo miércoles, se resolvió rápidamente debido al acuerdo adoptado entre los involucrados, quienes consideraron innecesaria la presentación de pruebas adicionales.