En Santander, el Juzgado de Instrucción n.º 4 ha dado un paso importante en el caso del fallecimiento de un joven de 21 años en el apeadero del tren en Boo de Piélagos en febrero.

El juez a cargo de la causa no descarta la posibilidad de homicidio y ha encontrado indicios de omisión en el deber del socorro, según un auto notificado a las partes este martes.

Se está considerando la posibilidad de que los hechos constituyan un homicidio doloso, penado con entre diez y quince años de prisión, por lo que el caso será competencia del tribunal del jurado.

Además, se han encontrado indicios de un delito de omisión del deber de socorro, que también será juzgado por el tribunal del jurado.

Los dos sospechosos, de 19 y 20 años y residentes en el municipio donde ocurrieron los hechos, están en prisión provisional sin fianza y han sido citados para una comparecencia el 19 de junio para concretar su imputación.

Tras la trágica riña que resultó en la muerte del joven, el juez abrió diligencias por homicidio y describió la agresión como brutal, con los investigados propinando golpes al vecino de Polanco hasta arrojarlo a las vías del tren.

Testigos presenciales han relatado cómo los implicados llevaron a la víctima a las vías del tren y le propinaron golpes y patadas hasta causarle la muerte, según la resolución del juez.

Aunque en un primer momento no se pudo determinar la causa exacta del fallecimiento, el forense ha confirmado que se trata de una muerte violenta de origen externo, lo que refuerza la hipótesis de homicidio en este caso.