Un juez de Violencia sobre la Mujer ha ordenado que se celebre un juicio con jurado en la Audiencia de Cantabria, donde un acusado enfrenta la posibilidad de recibir una condena de prisión permanente revisable.

SANTANDER, 16 de Julio

El acusado, acusado de matar a su pareja, de 40 años, y al bebé de ambos, de once meses de edad, en diciembre de 2021 en Liaño, en Villaescusa, se enfrentará a juicio oral según lo dictaminó un juez después de que así lo solicitaran la Fiscalía y otras cinco partes interesadas en la causa.

En una audiencia preliminar celebrada recientemente, el abogado de José R. -en prisión desde el momento de los hechos- anunció que pedirá un careo entre los peritos de la Guardia Civil y los peritos de la defensa.

Además, anunció que solicitará que su cliente declare en último lugar durante el juicio, que se llevará a cabo con un tribunal del jurado en la Audiencia Provincial de Cantabria.

La fiscalía solicita la máxima pena para el procesado, 25 años por el homicidio de la mujer, y un año más por quebrantar una orden de alejamiento vigente el día de los hechos.

El ministerio público considera que los hechos son constitutivos de dos delitos de asesinato, con agravantes de parentesco y discriminación por género, además de un delito continuado de quebrantamiento de condena con la agravante de reincidencia.

Las partes acusadoras en representación de los familiares de las víctimas también piden prisión permanente revisable para José R. por el asesinato del bebé y 25 años más de condena por el de la mujer.

Los cuerpos de la madre y la hija fueron encontrados con heridas de arma blanca en su hogar en Liaño, Villaescusa, el 17 de diciembre de 2021, y los forenses determinaron que murieron entre las siete y las nueve de la noche del día anterior.

El sospechoso, de 43 años en aquel momento, se entregó a las autoridades tras el hallazgo de los cuerpos y ha estado en prisión preventiva desde entonces, mientras que se declara inocente y niega su participación en los hechos.

Varios testigos y pruebas de geolocalización sitúan al acusado en el lugar y tiempo de los crímenes, y no se ha encontrado ADN de terceras personas en la escena del crimen.