En la mañana del 4 de enero, Santander se prepara para enfrentar una serie de condiciones meteorológicas adversas, según el último informe de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Este organismo ha decidido extender su aviso amarillo, que indica un estado de alerta por viento, a lo largo del día de mañana, 5 de enero. Europa Press ha tenido acceso a la información proporcionada por la agencia, la cual se centra en la seguridad de los ciudadanos ante la inminente llegada de fuertes vientos.

El aviso amarillo se activará en la comarca de Liébana este sábado a partir de las 22.00 horas, previniendo a la población sobre rachas de viento provenientes del sur, que podrían alcanzar velocidades de hasta 80 km/h. Este fenómeno se mantendrá hasta las 5.59 horas del lunes 6 de enero, haciendo necesario que los habitantes de la zona tomen precauciones durante este período crítico.

Asimismo, en otras áreas como Cantabria del Ebro, el centro de la región y el Valle de Villaverde, el aviso comenzará a partir de la medianoche del domingo, también por vientos del sur, que se prevén entre 80 y 90 km/h, hasta la misma hora de finalización del aviso el lunes. La población está llamada a estar alerta y a seguir las recomendaciones de las autoridades locales ante la posibilidad de condiciones climáticas severas.

A partir de la madrugada del lunes, la AEMET también ha emitido un aviso amarillo por fenómenos costeros adversos en el litoral, que se tornará en naranja, señalando un riesgo importante, desde las 5.00 hasta las 9.59 horas. Durante estas horas, se anticipan vientos del oeste que oscilarán entre 62 y 74 km/h, y que podrían llegar a ser aún más intensos, alcanzando entre 75 y 88 km/h en alta mar. Además, se esperan olas de entre 4 y 5 metros, sumando preocupación a la situación.

Una vez concluya el aviso naranja, el litoral permanecerá bajo alerta hasta las 22.00 horas del 6 de enero, conocido como el día de Reyes Magos, instando nuevamente a la precaución y la vigilancia ante las posibles repercusiones que estos fenómenos meteorológicos puedan tener en la vida cotidiana de los ciudadanos. La colaboración y la comunicación efectiva son más cruciales que nunca en este momento incierto.