En Santander, la Fiscalía de Cantabria ha decidido retirar el cargo de omisión del deber de socorro a los dos acusados por la trágica agresión en el apeadero de Boo de Piélagos en febrero de este año, donde perdió la vida un joven de 21 años de Polanco.
La fiscalía les acusa de homicidio y considera que actuaron de manera concertada en el ataque, según testigos presenciales y lo comunicado por el fiscal al juez instructor.
En una comparecencia convocada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Santander, las partes interesadas han solicitado el sobreseimiento del caso o, en su defecto, la reconstrucción de los hechos.
El suceso tuvo lugar en un apeadero de Boo, donde los acusados y la víctima descendieron tras una discusión en el tren. Tras una agresión conjunta, los jóvenes propinaron golpes al chico de Polanco y lo arrojaron a las vías del tren, provocando su muerte a causa de la conmoción medular, según el informe forense.
El juez encargado del caso abrió una investigación por homicidio, considerando la brutalidad del ataque. Dos testigos presenciales relataron cómo los acusados arrastraron y golpearon a la víctima hasta arrojarlo a las vías del tren, donde falleció.
El forense no pudo determinar la causa exacta de la muerte en ese momento, pero señaló que fue de origen violento. Esta terrible tragedia ha conmocionado a la comunidad y ha dejado en evidencia la escalofriante violencia que aún persiste en nuestra sociedad.
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