La acusación particular, representando a los familiares de la víctima, busca que los conductores implicados en el trágico atropello en Santander sean condenados por homicidio doloso, mientras que el cooperador necesario solicita su absolución

SANTANDER, 1 Nov.

La Fiscalía de Cantabria ha pedido la anulación de la sentencia emitida por la Audiencia Provincial en el caso del mortal atropello en la calle Castelar de Santander en febrero de 2023, que resultó en la muerte de un joven motociclista. Los conductores de los vehículos involucrados fueron condenados a 5 y 4 años de prisión por homicidio imprudente, según el tribunal de jurado que juzgó los hechos en mayo pasado.

Por otro lado, la acusación particular, en representación de los familiares del fallecido, está solicitando que los acusados sean condenados por homicidio doloso, mientras que el acusado considerado cooperador necesario busca su absolución.

Ambos conductores estaban compitiendo a gran velocidad por el centro de Santander cuando ocurrió la colisión con el motociclista, que circulaba correctamente y falleció en el acto.

Tras la sentencia emitida en junio, el próximo lunes 4 de noviembre, la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria llevará a cabo la vista de apelación de los recursos presentados por las partes contra la decisión de la Audiencia Provincial.

En esta audiencia, se evaluarán los recursos presentados por la fiscalía, la acusación particular y uno de los acusados en contra del veredicto condenatorio por delitos de seguridad vial y homicidio imprudente.

Las penas impuestas incluyen una indemnización de cerca de 350.000 euros a los familiares de la víctima, así como multas para los conductores responsables y la prohibición de conducir durante varios años.

El principal acusado, B.B., tiene antecedentes penales relacionados con la seguridad vial, lo que influyó en la sentencia en su contra. Por su parte, el segundo implicado, A.B., no tiene antecedentes y continúa en libertad provisional.

Según el jurado, los conductores estaban compitiendo a velocidades peligrosas antes del accidente, lo que resultó en la tragedia en la calle Castelar de Santander.

Es evidente que este caso ha generado controversia y debate sobre la responsabilidad de los conductores en accidentes mortales y la necesidad de una justicia más efectiva para prevenir tragedias como estas en el futuro.