En Santander, la Guardia Civil está analizando varias posibilidades acerca de la desaparición de dos espeleólogos en Soba, considerando que lo más probable es un retraso prolongado en el tiempo. Descartan caídas o accidentes graves, ya que si hubieran tenido algún contratiempo, ya los habrían encontrado.

El teniente y jefe del Servicio de Montaña de la Guardia Civil (GREIM), Pablo Villabrille San Pedro, explicó que los espeleólogos podrían haberse desviado de su ruta original al no encontrar la torca que buscaban, optando por seguir adelante por distintas razones, como la falta de cuerdas o el cansancio. El terreno pedregoso y complicado de transitar podría haberlos llevado a un sifón donde podrían estar retenidos.

Villabrille indicó que es probable que, agotados y tras largas horas de trabajo en la cueva, hayan decidido establecer un punto de espera en la zona más accesible. A pesar de que la cueva no sea muy grande, la exploración es técnica y puede llevar varias horas completarla.

El teniente mencionó que cualquier grupo puede perderse o desorientarse en estas cuevas, incluso su propio equipo enfrenta dificultades para orientarse. Otra posibilidad que se plantea es que los espeleólogos hayan descendido a una profundidad de más de 700 metros, aunque esta opción es considerada poco probable.

En la búsqueda de los espeleólogos participan dos equipos de la Guardia Civil y uno de la Unidad Militar de Emergencias (UME), distribuidos en tres puntos de la zona. Hasta el momento, no se ha informado de la situación actual de los desaparecidos.