24h Cantabria.

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La primavera en Cantabria será más cálida de lo habitual tras un invierno seco y caluroso.

La primavera en Cantabria será más cálida de lo habitual tras un invierno seco y caluroso.

SANTANDER, 14 Mar.

Cantabria se prepara para recibir una primavera más cálida de lo normal, luego de un invierno que también ha sido muy cálido y seco en la región.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se espera que las temperaturas en abril, mayo y junio estén por encima de lo habitual, con igualdad de probabilidades en cuanto a las precipitaciones, tanto en Cantabria como en el resto de España.

El hasta ahora delegado de la AEMET en Cantabria, José Luis Arteche, junto a su sucesor en el cargo, Arcadio Blasco, han explicado que la primavera podría ser húmeda, normal o seca, en función de diversos factores.

En una rueda de prensa, Arteche y Blasco han adelantado que se esperan nubes y claros con temperaturas agradables para el fin de semana, superando los 20 grados en varios puntos de la región.

Sin embargo, a partir del lunes se espera un empeoramiento del tiempo con la llegada de frentes que podrían traer consigo precipitaciones de débiles a moderadas, después de un martes tranquilo en lo meteorológico.

Con respecto a la Semana Santa, la AEMET no ha ofrecido pronósticos debido a lo complicado de predecir el tiempo a largo plazo en una estación tan volátil como la primavera. El parte corresponderá al viernes previo, el día 22 de marzo.

La nueva estación comenzará el 20 de marzo y finalizará el 20 de junio, sucediendo a un invierno caracterizado por temperaturas medias de 8,3 grados centígrados, 1,8 °C por encima de lo normal.

El invierno de 2024 se destacó por ser el segundo enero más cálido desde 1961 y el séptimo febrero, con episodios de altas temperaturas que se registraron a finales de cada mes, alcanzando máximas de 25,5 1C y 26,9 respectivamente.

Además, el otoño pasado fue el más cálido de la historia y el verano, el tercero más caluroso en los últimos 50 años.

A pesar de las nevadas en febrero, el invierno fue seco, con precipitaciones que solo llegaron al 85% de lo normal, aumentando en un 27% durante el mes de febrero. El año hidrológico mostró un déficit del 11% respecto al periodo 1991-2020.

Febrero también se distinguió por ser el mes más ventoso del invierno en Cantabria, con rachas del sur y suroeste, así como más de un centenar de descargas eléctricas de rayos desde diciembre.