En Santander, a partir del 1 de enero de 2025, las empresas con más de 250 trabajadores o una facturación superior a los 50 millones de euros en Cantabria, una docena en total, deberán registrar su huella de carbono de manera obligatoria.
Además, se exigirá a los proveedores de estas grandes empresas realizar el registro para poder colaborar con ellas. A medio plazo, esta obligación se extenderá a las 30.000 pymes de la región, sin importar el sector en el que operen.
La importancia de que las empresas cántabras se preparen para este futuro requisito en el registro de la huella de carbono fue resaltada durante la jornada informativa sobre 'Actualidad normativa en la medición de la huella de carbono', organizada por SODERCAN.
En este encuentro, que forma parte de las acciones impulsadas por SODERCAN como miembro de la Enterprise Europe Network (EEN), se reunieron más de cien representantes de empresas interesadas en comprender cómo les afectará la normativa sobre el cálculo de la huella de carbono en adelante.
En su discurso de apertura, Alfredo Cuesta, director del Área de Creación de Empresas, Innovación y Consolidación Empresarial de SODERCAN, animó a las empresas de la región a ser proactivas en esta materia y aprovechar las ayudas disponibles para obtener certificaciones, que van más allá de las ambientales como las ISO 14064 y 14067.
El rector de la Universidad Europea del Atlántico, Rubén Calderón; el presidente del Clúster de Sostenibilidad de Cantabria, Didier Fleury; y la directora de la Fundación Empresa y Clima, Elvira Carles, también intervinieron en la jornada, resaltando la importancia de reducir las emisiones de carbono como prioridad para las empresas.
Didier Fleury mencionó que algunas grandes empresas cántabras, como Cementos Alfa, Seg Automotive y Textil Santanderina, están avanzando en este proceso, pero alertó sobre la falta de preparación de más de 30.000 pymes en la región para adaptarse a las futuras exigencias.
Nuria del Pozo y Teresa Cuesta, de la Fundación Empresa y Clima, detallaron un aumento del 36% en el número de organizaciones que han solicitado inscribir por primera vez su huella de carbono en el registro durante 2022.
Según indicaron, los sectores más activos en este registro son la industria manufacturera y la construcción, debido a los requisitos de sus clientes y a las licitaciones públicas obligatorias, respectivamente.
Angel Pedraja, consejero delegado de SODERCAN, afirmó que la entidad está comprometida en ayudar a las empresas cántabras a enfrentar los retos actuales y destacó la importancia de adaptarse a estándares internacionales para mejorar la competitividad y la reputación empresarial.
Raquel Manzanares, directora de Nuevos Mercados, presentó los detalles del programa de ayudas para la obtención de certificaciones, que cuenta con un presupuesto de 150.000 euros y un plazo de solicitud hasta el 7 de octubre.
Esta convocatoria contempla una ayuda máxima de 15.000 euros y abarca distintos ámbitos de gestión, excluyendo las normas ISO 9001 y 14001, e incluyendo normas reconocidas nacional e internacionalmente que mejoren la competitividad y faciliten la entrada en nuevos mercados para las empresas de Cantabria.
SODERCAN subvenciona gastos de consultoría, asistencia técnica especializada y ensayos realizados por laboratorios acreditados para la implantación de la norma y el proceso de obtención de certificaciones.
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