En Santander, la Fiscalía de Cantabria ha solicitado una pena de siete años de cárcel para cada uno de los tres acusados por la brutal paliza a otro hombre en el aparcamiento de un supermercado de Laredo en junio de 2023, acusándolos de un delito de homicidio en grado de tentativa con ensañamiento, según fuentes cercanas al caso.

Los hechos ocurrieron aproximadamente un año atrás, a mediados de junio de 2023, y después de la agresión, el juez instructor ordenó prisión provisional sin fianza para los tres detenidos por el ataque, que tuvo lugar un domingo alrededor de las dos de la tarde en el estacionamiento de un centro comercial en Laredo.

Además de los tres detenidos, también fue arrestada una mujer que, al ser familiar de los agresores, fue puesta en libertad provisional con restricciones, incluyendo la prohibición de acercarse a la víctima y la obligación de comparecer ante el juzgado.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Laredo abrió una investigación sobre los cuatro implicados en el delito, cuyas edades oscilan entre los 28 y los 56 años, y que fueron arrestados en Cicero y Laredo por la paliza a un hombre de 63 años.

Los agresores utilizaron barras de metal de más de un metro de largo, similares a las que se emplean en puestos ambulantes, para golpear a la víctima, quien no estaba trabajando en ese momento.

La víctima fue trasladada al Hospital de Laredo y posteriormente al Hospital Valdecilla en Santander, donde quedó ingresado con lesiones graves, incluyendo heridas causadas por las barras de hierro y patadas.

En base a los indicios de un delito de lesiones con arma peligrosa, que conlleva penas de hasta cinco años de prisión, el Ministerio Fiscal decidió calificar el caso como un intento de homicidio.

Se reportaron conflictos previos entre las dos partes involucradas, con investigaciones que sugieren un enfrentamiento entre las familias como desencadenante de la paliza en Laredo con las barras de hierro.

A pesar de los intentos de la defensa de los acusados por revertir la medida de prisión provisional, la Audiencia de Cantabria ratificó la decisión debido a la gravedad de los hechos, considerando que podrían constituir un intento de homicidio, tal como lo ha descrito finalmente el fiscal, quien pide siete años de cárcel para cada uno de los procesados.