La Asociación Casco Viejo de Santander ha emitido una denuncia en la que se acusa a las autoridades de permitir una serie de hurtos que han afectado a los comerciantes de la ciudad en las últimas semanas. El problema viene dado por una pareja de mujeres que acuden a las tiendas con frecuencia, se aprovechan de la distracción del dependiente y salen corriendo con objetos que cogen de los estantes y escaparates cercanos. Los comerciantes están sufriendo mucho por esta situación debido a que los seguros no cubren este tipo de hurtos, al no ser considerados robos. Además, la asociación ha destacado que, ante un caso reiterativo, el castigo impuesto no es suficiente y no tiene ningún tipo de efecto disuasorio.
El pequeño comercio en Santander está siendo afectado de manera constante por estos hurtos, lo que se traduce en un perjuicio económico importante que puede suponer un gran desastre para los negocios. Por ello, la Asociación Casco Viejo ha exigido una mayor presencia policial para minimizar el problema y ha solicitado ayuda a los grupos parlamentarios del Congreso y Senado para reformar la ley con el fin de que sea más efectiva en los casos de hurtos reiterativos. Los comerciantes se sienten ignorados y han señalado que estos ladrones conocen la ley y saben el valor límite para determinar el robo con violencia, por lo que evitan pasar por el sistema judicial.