En Santander, la Consejería de Salud del Gobierno de Cantabria ha lanzado la campaña ‘No caigas en la trampa, ¡La energía la tienes tú!’, que tiene como objetivo alertar a los ciudadanos sobre los peligros del consumo de bebidas energéticas, especialmente en menores, debido a su alto contenido de azúcar y cafeína.

Esta iniciativa cuenta con la colaboración de la Dirección General de Juventud, Cooperación al Desarrollo y Voluntariado, así como de la Asociación AMAT-Afrontando adicciones, con el fin de informar y concienciar sobre los efectos negativos de las bebidas energéticas, como la irritabilidad o la diarrea, que se potencian cuando se combinan con alcohol, aumentando así las conductas de riesgo.

Las bebidas energéticas contienen una mezcla de compuestos como cafeína, gloturonolactona, vitaminas, extractos de hierbas y grandes cantidades de azúcar, lo que las hace peligrosas no solo por sus componentes, sino también por las altas concentraciones en las que se encuentran, explicó la Consejería.

Según la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en Enseñanzas Secundarias en Cantabria (ESTUDES), el consumo de bebidas energéticas ha aumentado en los últimos años, especialmente entre los jóvenes de entre 14 y 18 años. En 2023, un 46,6% de los jóvenes de esa edad probaron estas bebidas, cifra superior al 38% registrado en 2014.

Además, los datos revelan que el consumo de bebidas energéticas es mayor en hombres que en mujeres, tanto en menores como en mayores de 18 años, y que ha aumentado su consumo combinado con alcohol en los últimos años.

Para concienciar sobre los riesgos de las bebidas energéticas, la campaña se difundirá en autobuses urbanos y marquesinas de Santander y Torrelavega, además de realizarse actividades formativas a lo largo del curso escolar y distribuir folletos informativos en centros educativos y centros de salud.

Los principales mensajes de la campaña destacan los efectos adversos de las bebidas energéticas, como insomnio, irritabilidad y problemas digestivos, y advierten sobre los riesgos de mezclarlas con alcohol o consumirlas en exceso.

En general, el consumo de bebidas energéticas no está recomendado para menores, mujeres embarazadas, personas con problemas cardíacos o neurológicos, o aquellas sensibles a la cafeína, ya que puede conllevar problemas de salud graves, como trastornos del sueño o problemas cardiovasculares.