El alcalde de Astillero, Javier Fernández Soberón, ha levantado la voz en defensa de la ciudadanía, advirtiendo que "Cantabria no puede ser una ficha más en el ajedrez político". Esta declaración surge en medio de la controversia en torno a los presupuestos autonómicos de 2026, elaborados por un Gobierno del Partido Popular que, al estar en minoría, se enfrenta a la necesidad de conseguir apoyo, que actualmente proviene del PRC, aunque fuentes cercanas sugieren que esta alianza es menos segura esta vez.

En un reciente comunicado, Soberón expresó su frustración por la falta de acción en el panorama político, donde predominan los juegos de acusaciones entre los partidos. “La ciudadanía está harta de ver cómo todos se pasan la bola sin abordar las verdaderas inquietudes de la sociedad”, manifestó el alcalde. Cuestionó la perpetuación de un ciclo de confrontación y reclamó que, “más allá de las siglas, es hora de centrarse en el bienestar de los cántabros”.

El primer edil de Astillero destacó que la actualidad política parece haberse transformado en una lucha constante por los intereses de los partidos, lo que ha provocado que muchos ciudadanos se sientan desconectados de sus representantes. “Los líderes actuales parecen cada vez más alejados de la realidad diaria de la gente”, reflexiona Soberón, subrayando la creciente desconexión entre la política y las preocupaciones ciudadanas.

Asimismo, Soberón hace un llamado a que todos los servidores públicos se detengan a pensar en el futuro de Cantabria. “Es crucial que ahora más que nunca debemos dejar a un lado el partidismo para enfocarnos en objetivos concretos”, insistió el alcalde. Propone un cambio radical que permita a la política regional reencontrarse con la ciudadanía y dejar de ser un mero espectáculo.

El alcalde subrayó que hay asuntos que trascienden la división entre derecha e izquierda, y que deben ser abordados desde el sentido común, que considera la ideología más efectiva para aplicar en Cantabria. “Debemos trabajar juntos por el bien común, en lugar de preocuparnos por disputas ideológicas”, afirmó.

Por otro lado, Soberón advirtió que el nivel de tolerancia de los ciudadanos tiene un límite y que la brecha entre los líderes políticos y la vida cotidiana de la gente se está ampliando. “No se puede seguir bajo el yugo de las dinámicas partidarias”, sostiene.

Así las cosas, reclama una reorientación urgente que priorice lo esencial: evaluar los logros y los aspectos que aún necesitan atención, sin importar quién sale fortalecido o debilitado de cada decisión. “Es hora de poner fin a los juegos políticos y al mercadeo del poder”, concluyó Soberón, haciendo un llamamiento a la clase política a actuar con responsabilidad y pertinencia frente a los desafíos que enfrenta Cantabria. “Los cántabros merecen líderes que antepongan las soluciones a los problemas reales por encima de los intereses partidistas”.