Trabajadora con trastorno mental y antecedentes de suicidio obtiene gran invalidez gracias al TSJC
Una trabajadora que sufre trastorno mental, ansiedad y depresión ha sido reconocida en situación de gran invalidez por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria. La mujer ha intentado suicidarse en una ocasión y persisten en ella las ideas autolíticas. La sentencia revoca la resolución del Juzgado de lo Social número 2 de Santander, que declaró a la trabajadora afectada de invalidez permanente en grado de incapacidad absoluta y acordó una pensión vitalicia. Ahora, se modifica el grado de incapacidad laboral y se reconoce la gran invalidez debido a la necesidad de asistencia para los actos más básicos, incluida la defensa de su propia vida.
La Sala argumenta que la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha reconocido la gran invalidez cuando se necesita ayuda de tercero para evitar actividades autoagresivas o situaciones de peligro. Aunque la norma se refiere a la asistencia en actos primarios elementales como comer, vestirse o desplazarse, la Sala considera que también deben incluirse los casos graves de alteraciones mentales cuando se requiere asistencia continua para evitar conductas agresivas que pongan en peligro la seguridad propia o ajena. Según el tribunal, la defensa de la propia vida y la integridad física también deben ser consideradas actos esenciales de la vida.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria no es definitiva, ya que se puede presentar un recurso de casación para la unificación de doctrina ante la Sala Cuarta del Tribunal Supremo.