El cambio de estación ha traído consigo temperaturas más altas y menos lluvia, especialmente durante el mes de abril, en Cantabria. A pesar de que el verano ha comenzado con precipitaciones, se espera que los próximos meses sean más cálidos y secos de lo habitual, con la posibilidad de que el verano de 2024 se encuentre entre los más calurosos de la historia.
Los expertos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) han anunciado que existe un 50-70% de probabilidad de que las temperaturas sean superiores a lo normal, así como un 50-60% de que el verano sea más seco de lo esperado en las comunidades del Cantábrico. Estas predicciones fueron compartidas en una rueda de prensa por el delegado de la AEMET en Cantabria y el jefe de la Sección de Climatología.
La primavera en Cantabria se caracterizó por temperaturas por encima de la media y menos lluvia de lo habitual. Con una temperatura media de 10,8 grados y una acumulación de 256,3 litros por metro cuadrado, la estación primaveral fue más cálida y seca de lo normal. La primavera en España también fue cálida, ubicándose entre las más calurosas de la historia.
Los datos de abril marcaron máximas históricas desde 1961, con temperaturas medias de 10,9 grados y una cantidad de lluvia por debajo de lo habitual. Por otro lado, mayo fue un mes húmedo y frío, con precipitaciones por encima de la media y temperaturas más bajas.
En cuanto a la situación actual de Cantabria, no se encuentra en riesgo de sequía, pero la cantidad de precipitaciones que reciba la región determinará la situación. Según las previsiones, se esperan lluvias débiles en los próximos días, con temperaturas suaves que aumentarán para la noche de San Juan, aunque la llegada de un frente atlántico podría cambiar estas condiciones a mediados de la semana.
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