La Colegiata de Santillana del Mar: una joya medieval
Santillana del Mar es uno de los pueblos más pintorescos de Cantabria, conocido por su arquitectura medieval y por su enorme patrimonio cultural. Uno de los edificios más sobresalientes de la localidad es sin duda la Colegiata de Santa Juliana, una construcción religiosa de gran belleza y valor histórico que merece la pena conocer con detenimiento.
La Colegiata de Santillana del Mar fue construida en el siglo XII y es considerada una de las mejores muestras del románico de Cantabria. La construcción destaca por sus líneas sobrias y elegantes, por la cantidad de detalles arquitectónicos que presenta y por la calidad de los materiales utilizados en su construcción.
La colección de esculturas románicas que se pueden encontrar tanto en el interior como en el exterior de la colegiata es impresionante. Cada uno de los capiteles cuenta una historia diferente y permite adentrarse en los principales temas que interesaban a la sociedad medieval, como la vida cotidiana, el trabajo o la religión.
Si nos fijamos en el exterior de la colegiata, una de las primeras cosas que llaman la atención es su impresionante portada románica. Esta portada cuenta con cinco arquivoltas decoradas con motivos vegetales, humanos y animales, y cada uno de los capiteles presentan escenas que representan episodios del Antiguo y Nuevo Testamento.
En el interior de la Colegiata de Santa Juliana se pueden encontrar numerosas joyas artísticas, como la tumba de la propia Santa Juliana o el retablo mayor, una obra maestra del Renacimiento que fue realizado a finales del siglo XVI. Además, la iglesia cuenta con otros retablos de gran valor artístico y con varias capillas laterales que muestran la riqueza cultural que caracterizaba a la sociedad medieval.
Es importante señalar que la Colegiata de Santa Juliana no es un simple edificio religioso, sino que es un monumento histórico que ha sufrido diversas transformaciones a lo largo de los siglos. En este sentido, resulta muy interesante conocer la historia de cada uno de los añadidos y reformas que se han llevado a cabo en la edificación, desde la ampliación llevada a cabo en el siglo XV, hasta la decoración barroca del siglo XVIII.
En definitiva, la Colegiata de Santillana del Mar es un lugar que merece ser visitado con detenimiento. Su arquitectura, sus esculturas, sus pinturas y sus retablos son una muestra excepcional de la riqueza cultural que caracterizaba a la sociedad medieval. Si eres un amante de la historia o de la arquitectura, no puedes perderte esta joya del románico cantábrico.