16 de mayo, Santander. Hoy se lleva a cabo un inusual acto judicial en el complejo de Salesas, situado en la ciudad cántabra, donde la abogada del rey emérito, Guadalupe Sánchez, se prepara para representar a Juan Carlos I en un proceso de conciliación. A su lado, también se encuentra Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien está involucrado en acciones civiles en este caso.

A pesar de la expectación mediática, ni Sánchez ni el procurador han querido hacer declaraciones a los numerosos reporteros que se han congregado en las cercanías del edificio judicial en la Avenida Pedro San Martín. La ausencia de comentarios ha alimentado aún más el interés de la prensa por este caso, que podría abrir un capítulo más en la historia reciente de la monarquía española.

El rey emérito reclama una indemnización de 50.000 euros por presuntas injurias y calumnias proferidas por el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. Este último ha dedicado el día previo a la conciliación a preparar su defensa junto a su abogado, José María Fuster-Fabra, quien lo acompañará en la reunión de hoy, que podría ser el primer paso antes de una posible demanda formal por parte de Juan Carlos I.

Este procedimiento, ordenado por el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Santander, se llevará a cabo en la sala de vistas número 9. Se espera que en esta audiencia se intenten resolver las diferencias entre las partes antes de que el asunto escale a instancias legales más complejas.

El rey emérito ha regresado a España recientemente y tiene previsto disfrutar de un fin de semana de regatas en Sanxenxo, en la provincia de Pontevedra, donde se le verá compitiendo en su embarcación, el Bribón.