Cantabria y el Ministerio de Industria buscarán fórmulas para ofrecer incentivos a Bridgestone y potenciar su competitividad.

Bridgestone enfrenta un futuro incierto en su planta de Puente San Miguel, donde se ha anunciado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 211 de sus 418 trabajadores. En un esfuerzo por mitigar el impacto de esta medida, el Gobierno de Cantabria, junto con el Ministerio de Industria, está considerando ofrecer a la compañía ciertos apoyos e incentivos.
Durante una reciente reunión en Reinosa con alcaldes de la comarca de Campoo, el consejero de Industria, Eduardo Arasti, expresó la intención del Gobierno regional de negociar con Bridgestone para mejorar la competitividad de la fábrica, cuyo futuro se ha visto amenazado por la crisis actual. Arasti subrayó que la colaboración busca "minorar en lo posible" las consecuencias del ERE en los trabajadores afectados.
En conversación con la prensa, Arasti reveló que ha mantenido un diálogo con la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, sobre esta problemática. La propuesta incluye incentivos que podrían facilitar la sostenibilidad de la planta y, a su vez, salvaguardar puestos de trabajo en la región.
Además de las gestiones con Bridgestone, el Gobierno de Cantabria está preparando un plan de formación enfocado a las 2.000 personas que actualmente están desempleadas en el sector industrial de la región. Este plan podría incluir a los trabajadores de Bridgestone que queden afectadas por la reducción de personal, brindándoles nuevas oportunidades en el mercado laboral cántabro.
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