En un reciente giro de los acontecimientos delictivos en Cantabria, la Guardia Civil ha llevado a cabo la detención de dos individuos, de 29 y 46 años, relacionados con el robo de maquinaria y herramientas, especialmente diseñadas para trabajos forestales y la limpieza de vías. Estos robos, que suman un valor total de 46.000 euros, se perpetraron en las localidades de Requejada y Herrera de Camargo entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022.

La operación, bajo el nombre de 'Baracke', se centró en desarticular una red de delincuencia dedicada al hurto de herramientas esenciales para el sector forestal y la limpieza, logrando recuperar parte del material robado en dos propiedades ubicadas en Vega de Pas, correspondientes a los detenidos. Curiosamente, uno de los arrestados contaba con un vínculo previo como extrabajador de la empresa afectada en Camargo.

Durante la investigación, se esclarecieron varios episodios delictivos, como un robo ocurrido en noviembre de 2022 en Herrera de Camargo, donde se sustrajeron artículos por un valor de 40.300 euros. Asimismo, un hurto adicional se registró en Requejada, donde se robaron herramientas por valor de 5.700 euros a finales de 2021. A pesar del tiempo transcurrido, el equipo especializado logró rastrear el material robado hasta las fincas de los detenidos.

Las indagaciones del Equipo Roca llevaron a la Guardia Civil a realizar registros en las mencionadas propiedades a finales de mayo, donde se recuperó una amplia variedad de maquinaria y herramientas. Cabe resaltar que muchos de estos artículos carecían de una comprobación de su legítima propiedad y presentaban números de serie manipulados o borrados.

Entre los objetos recuperados se encontraban motosierras y sopladores que corresponden a los robos documentados en Herrera de Camargo y Requejada. Una de las detenciones está vinculada a ambos delitos, ya que se encontraron elementos de los dos robos en su propiedad, mientras que el otro individuo está acusado específicamente del hurto en Requejada.

El Equipo Roca de la Guardia Civil no cierra la investigación, ya que aún persiste la incógnita sobre la procedencia de ciertos equipos recuperados, cuyo legítimo dueño sigue sin ser identificado. Este seguimiento es fundamental para desmantelar completamente la operación delictiva y devolver los bienes a sus propietarios legítimos.