El acusado de abuso niega los cargos mientras la joven afectada relata una experiencia horrible.

En la ciudad de Santander, un hombre enfrenta acusaciones de comportamiento inapropiado hacia una vecina durante la desescalada de restricciones por la pandemia del coronavirus en Castro Urdiales. Según la denuncia, el individuo habría intentado besar a la joven mientras le apretaba el trasero en las escaleras del edificio donde ambos residían, cuando tenían 63 y 12 años respectivamente.

En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Cantabria, el acusado ha negado rotundamente los hechos, vinculando la denuncia a problemas previos con los padres de la menor. Ha expresado su desconcierto ante la situación y se ha cuestionado si se trata de un caso de animadversión hacia su persona.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2020 y la denuncia se presentó un año después. Tanto el fiscal como la abogada de la acusación particular consideran que se trata de un delito de abuso sexual a menores, solicitando dos años de prisión y una indemnización de 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Se argumenta que existen pruebas suficientes para condenar al acusado, como el testimonio firme y coherente de la víctima, así como otros indicios periféricos que respaldan la acusación.

La defensa, por su parte, ha reiterado su solicitud de absolución para el acusado, o en su defecto, que se considere como atenuante las dilaciones indebidas en el proceso judicial. Se argumenta que los hechos fueron breves, sorpresivos y sin violencia, por lo que podrían ser considerados como un delito de coacciones.

El juicio continuará con más detalles y se espera una resolución en los próximos días.