24h Cantabria.

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El TSJC ratifica condena de 4 años y medio al 'violador de Astillero' por intento de agresión a una menor en un edificio residencial.

El TSJC ratifica condena de 4 años y medio al 'violador de Astillero' por intento de agresión a una menor en un edificio residencial.

El conocido como 'pederasta de Astillero', Marcelino Fernández Arnaiz, ha visto confirmada la pena de cuatro años y medio de prisión por intentar agredir sexualmente a una niña de diez años en Santander. El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha desestimado el recurso presentado por el hombre, quien ya cuenta con numerosos antecedentes por delitos similares y ha sido condenado a más de 30 años de cárcel en el pasado. Además de la pena de prisión, se le prohíbe comunicar y acercarse a la menor durante nueve años, se le impone una medida de libertad vigilada por cinco años y se le inhabilita para trabajar con menores durante nueve años. También deberá pagar una indemnización de 3.150 euros a la niña por las lesiones y el daño moral causado. Esta sentencia ya es firme.

Los hechos ocurrieron cuando la niña entraba en el portal de un edificio en Santander. El acusado la siguió e intentó realizar actos de carácter sexual, agarrándola de las muñecas y tratando de llevarla a una zona oscura del portal. La menor logró defenderse y finalmente el agresor huyó del lugar. La Sala de lo Penal del TSJC ha considerado que existe prueba suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado y ha señalado que el testimonio exculpatorio presentado por él carece de credibilidad. Además, ha afirmado que la forma en que el acusado se dirigió a la menor y las acciones que realizó confirmaron la naturaleza sexual de sus actos.

La defensa del acusado ha recurrido la indemnización por daño moral, argumentando que no se ha probado que la niña necesite asistencia psicológica. Sin embargo, la Sala de lo Penal ha respondido que cualquier agresión a una niña de diez años, aunque sea en grado de tentativa, supone daños morales que deben ser reparados. La madre de la menor relató durante el juicio el miedo, la angustia y el temor que su hija ha experimentado como consecuencia de este episodio.