Un hombre de 45 años se enfrenta a una pena de once años de prisión por abusar sexualmente de una menor de 15 años con la que había establecido una relación a través de una aplicación de Internet, según ha solicitado la Fiscalía de Cantabria. El juicio se celebrará el próximo viernes 24 de noviembre en la Sección Primera de la Audiencia Provincial.
Según la acusación, el procesado era plenamente consciente de la edad de la chica y, aprovechando la complicada relación que tenía con su madre, logró convencerla para que fuera con él a Gijón, donde residía.
Una vez en Gijón, ambos se dirigieron al piso del acusado, donde mantuvieron relaciones sexuales con penetración vaginal. Sin embargo, al tratarse de la primera vez para ella, le pidió que parara y así lo hizo.
En los meses siguientes, continuaron con su relación y el acusado facilitó dos teléfonos móviles a la menor para evitar que su madre descubriera los contactos entre ambos.
En una ocasión, la chica se encontraba en una situación emocional complicada, llegando incluso a dejar una carta de despedida para su familia. En ese momento, el acusado la recogió a la una de la madrugada y se marcharon en coche a Gijón. Fue allí donde mantuvieron relaciones sexuales orales y vaginales, sin utilizar preservativo, aprovechándose de la corta edad y la vulnerabilidad emocional de la menor.
Ante la denuncia de desaparición presentada por la madre de la menor y sabiendo que estaba siendo buscado, el acusado le pidió que no revelara los encuentros sexuales que habían tenido.
La Fiscalía considera al hombre culpable de un delito continuado de abuso sexual a menor de dieciséis años y solicita una pena de once años de prisión, además de la prohibición de comunicarse y acercarse a la víctima durante doce años, seis años de libertad vigilada y la inhabilitación para cualquier profesión u oficio que implique el contacto con menores durante dieciséis años.
En cuanto a la indemnización, la Fiscalía considera que el acusado debe pagar a la menor 12.000 euros por el daño moral que le ha ocasionado. La familia, por su parte, ejerce la acusación particular y apoya las peticiones de la Fiscalía, aunque solicita una indemnización de 15.000 euros.