
La desigualdad de género se ha visto agravada en Cantabria, con un aumento del 23,6% en la tasa AROPE entre las mujeres, en comparación con el 20,2% entre los hombres. Sin embargo, la mayor afectación se registra en jóvenes y niños, con un 24,8% de riesgo de pobreza en este grupo.
Cantabria cerró el año pasado con 129.000 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, un incremento de 15.000 respecto al año anterior, lo que representa un 22% de la población total en la región, según los datos del Informe AROPE Cantabria 2024.
El informe, presentado en Santander como parte de la 20ª Semana para la erradicación de la pobreza, resalta la urgente necesidad de políticas más inclusivas y comprometidas para abordar el empeoramiento significativo de los indicadores de pobreza y exclusión social en la región.
Se destaca la importancia de abordar la pobreza severa, que afecta al 6,7% de la población cántabra que vive con menos de 611 euros mensuales por unidad de consumo. Cantabria ha descendido al quinto puesto entre las autonomías con mayor pobreza severa, a pesar de haber experimentado un crecimiento económico significativo.
El informe resalta la necesidad de una regulación más efectiva del mercado de viviendas para garantizar su función social y promover la inclusión social. EAPN Cantabria insta a la implementación de una normativa autonómica de vivienda que la considere como una herramienta esencial para la inclusión social y no solo como un bien de consumo.
El Informe 'El Estado de la Pobreza. Pobreza y Territorio. Comunidades autónomas y Europa' de EAPN-ES destaca que el crecimiento económico por sí solo no es suficiente para reducir la pobreza. A pesar de los incrementos en el PIB, la tasa de pobreza solo ha descendido en diez comunidades autónomas, lo que evidencia la necesidad de políticas más efectivas y redistributivas.
Las diferencias en las tasas de pobreza y exclusión social entre el norte y el sur de España son evidentes, con tasas significativamente más altas en el sur. Las comunidades al norte conservan bajas tasas de pobreza, mientras que las del sur superan cualquier país de la UE en términos de pobreza y exclusión social, lo que refleja la división socioeconómica del país.
La EAPN advierte sobre el crecimiento de la privación material y social severa en España, con un 9% de la población afectada en 2023, 1,6 puntos porcentuales más que en 2015. Este indicador revela la presencia de vulnerabilidades graves que no se reflejan necesariamente en la tasa de pobreza.
En resumen, la situación de pobreza y exclusión social en Cantabria y España en general requiere una estrategia integral que aborde múltiples áreas como la educación, la salud, la garantía de ingresos, la vivienda y la fiscalidad. Es fundamental adoptar un enfoque basado en los derechos humanos, la justicia social y la igualdad para garantizar una verdadera inclusión social y mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.
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