
El pasado sábado, un importante número de personas se congregó en la plaza del Ayuntamiento de Santander para manifestar su apoyo al lobo ibérico. Los asistentes exigieron que esta especie emblemática sea reinstaurada en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) y expresaron su rechazo a la controvertida decisión del Gobierno de Cantabria de cazar 41 lobos, de los cuales ya se ha sacrificado a 9.
La movilización fue organizada por diversos grupos, incluyendo Ecologistas en Acción Cantabria, la Federación Dean (Defensa Animal) y el Fondo para la Protección del Lobo Ibérico, quienes han liderado la defensa de esta especie. A pesar de las inclemencias del tiempo, los manifestantes hicieron oír sus voces con mensajes claros en pancartas que proclamaban consignas como "Ni un disparo más, ni un lobo menos" y "Lobo vivo, lobo protegido".
Durante el evento, que se desarrolló al mediodía, se leyó un manifiesto que culminó con un aullido simbólico, imitando el sonido del lobo. En este documento, los grupos ecologistas abogaron por una convivencia armónica entre la ganadería y el lobo, sugiriendo implementar medidas preventivas efectivas, como el uso de vallados y perros guardianes, además de asegurar pagos justos y ágiles por posibles daños causados por estos animales.
La reunión también sirvió para criticar las estimaciones del Gobierno regional sobre la población de lobos en Cantabria, que cifra en alrededor de 200 ejemplares. Los manifestantes argumentaron que esta cifra está inflada y carece del respaldo de estudios científicos, siendo utilizada para justificar una política que consideran populista.
Los colectivos animalistas recalcaron que proteger al lobo no es un mero capricho, sino una obligación fundamentada en criterios científicos sólidos. Bajan sus propias estimaciones a menos de cien ejemplares en la región, subrayando la necesidad de usar datos fiables en la gestión de la especie.
Además, advirtieron que las medidas letales de control de población no solo son ineficaces, sino que pueden agravar la situación al romper la estructura de las manadas. También señalaron que tales políticas no abordan la caza ilegal, que prospera en un contexto de confusión y falta de regulación efectiva.
Por último, los manifestantes recordaron que la protección del lobo ibérico representa un compromiso crucial con las normas internacionales sobre conservación de la biodiversidad. En este sentido, demandaron de forma contundente a las autoridades la paralización inmediata de la caza de lobos, su restauración en el LESPRE y la implementación de un sistema de gestión que se base en el respeto a los ecosistemas y la ciencia.
La presidenta de Dean, Victoria Cedrún, en declaraciones a la prensa, condenó firmemente las “matanzas” que el Gobierno cántabro ha llevado a cabo, calificándolas de un “trofeo” que pone en riesgo a una especie tan vital para el equilibrio ecológico. Además, enfatizó que los problemas enfrentados por la ganadería no provienen únicamente del lobo, sino que hay una variedad de factores a tener en cuenta.
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