El exmandatario de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha catalogado como "injusto y mezquino" el hecho de que Juan Carlos I, rey emérito de España, inicie acciones legales contra un ciudadano común. Revilla se cuestiona la razón por la cual se dirige contra él y no contra figuras como Bárbara Rey o Corinna, quienes han realizado declaraciones contundentes acerca del antiguo monarca.

En una rueda de prensa celebrada este miércoles, Revilla confesó que su primera reacción al enterarse de la reclamación del rey emérito fue pensar que se trataba de un rumor infundado, hasta que su esposa le confirmó que era verídico. Sin embargo, aclaró que todavía no ha recibido notificación formal alguna sobre el asunto.

El líder del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) explicó que ha elegido al abogado José María Fuster Fabra, un profesional catalán, aunque también militante del PRC y amigo suyo, para que lo represente en este proceso que le ha generado sentimientos de "rabia" y frustración. A partir de hoy, cualquier novedad será comunicada por Fuster Fabra.

Revilla ofreció su opinión en relación al acto de conciliación que ha solicitado Guadalupe Sánchez, la abogada del rey emérito, quien también está gestionando una demanda civil a nombre de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Esta demanda busca una compensación de 50.000 euros por comentarios que se consideran "injuriosos" antes de proceder con una posible querella.

Aunque aún no cuenta con detalles precisos sobre los fundamentos de la reclamación de Juan Carlos I, más allá de acusaciones en los medios entre mayo de 2022 y enero de 2025, Revilla specula que la acción podría estar motivada por su reciente libro 'Por qué pasa lo que pasa', en el que aborda el tema de la corrupción y critica duramente al monarca, entre otros personajes polémicos.

Refiriéndose a sus declaraciones sobre Juan Carlos I, Revilla se defendió al afirmar que "no he mentido ni inventado nada", pese a admitir que ha sido muy crítico hacia alguien que, tiempo atrás, consideraba como un "mito" y a quien respetaba. Sin embargo, ha llegado a conocer aspectos sobre su vida que califica como "nada ejemplares" y lo ha acusado de ser un "apátrida fiscal" en el país que gobernó.

Revilla también subrayó que ser patriota implica mucho más que llevar una bandera, enfatizando la importancia de cumplir con la obligación de pagar impuestos. Aunque expresó su descontento, optó por no abundar en sus críticas sobre la acción legal del rey emérito para evitar "echar más leña al fuego".