Un hombre ha sido condenado a nueve meses de prisión por amenazar de muerte a sus vecinos en Cantabria, obligándoles a abandonar su vivienda y mudarse a un piso alquilado. Además, también fue condenado por resistencia a la autoridad debido a que lanzó una patada a un agente que acudió a la llamada de los vecinos. La sentencia, aunque no es firme y puede ser recurrida, ha sido confirmada por la Audiencia Provincial de Cantabria.
Según los hechos probados, la Policía Local de Torrelavega fue alertada de los gritos que se estaban produciendo en la vivienda del acusado. Cuando los agentes llegaron al lugar, el hombre les abrió la puerta y, en presencia de estos, proferió insultos y amenazas de muerte hacia sus vecinos. Incluso, cuando los policías estaban hablando con él, se dirigió a una vecina para insultarla y repetir que la iba a matar.
Mientras los agentes intentaban calmar al acusado, este se encerró en su domicilio proclamando varias veces que la mujer vecina "ya está muerta". Sin embargo, pocos minutos después, volvió a amenazar a los vecinos desde el descansillo de la planta, afirmando que les haría la vida imposible hasta que murieran.
Ante esta situación, los agentes se interpusieron entre el acusado y los demás vecinos, le ordenaron que se fuera y, al negarse, le informaron de su detención. En respuesta, el hombre lanzó una patada a uno de los agentes y los amenazó con "rajarlos" y matarlos. Debido a estas amenazas, los vecinos afectados se vieron obligados a abandonar el edificio y actualmente residen en una vivienda alquilada.
En su recurso, la defensa del condenado argumentaba que no existía suficiente prueba de las amenazas y que las expresiones proferidas carecían de gravedad. Sin embargo, la Audiencia respalda la decisión del juez al considerar que hay pruebas directas más que suficientes, como los testimonios de los vecinos y las declaraciones de los agentes, quienes ratificaron las amenazas y resaltaron el estado de alteración y agresividad del acusado.
Finalmente, la Audiencia considera probado el delito de resistencia a la autoridad, ya que los testimonios de los agentes, respaldados por la versión de los vecinos afectados, son suficientes para otorgarles credibilidad.