
El viento intenso y las condiciones climáticas adversas han causado contratiempos en los vuelos que llegaban a Santander desde Barcelona y Madrid. Ayer por la tarde, un avión de Vueling procedente de Barcelona no pudo aterrizar en el aeropuerto santanderino Seve Ballesteros debido a las fuertes ráfagas de viento, por lo que tuvo que regresar a su ciudad de origen.
Además, por la mañana, otro vuelo procedente de Madrid y que tenía como destino el aeropuerto de Bilbao fue desviado a Santander debido a que las condiciones en la comunidad vecina eran aún peores.
La situación en Cantabria ha sido especialmente complicada, ya que la región ha estado en alerta amarilla por viento durante toda la jornada. A lo largo de la mañana y la madrugada, el viento ha alcanzado rachas superiores a los 100 kilómetros por hora, especialmente en San Roque de Riomiera, donde se registraron vientos de hasta 112 kilómetros por hora, una de las cifras más altas del país.
Asimismo, la costa también ha sufrido las consecuencias de las condiciones atmosféricas adversas, con olas que han superado los siete metros de altura. La boya Augusto González de Linares, situada al norte de Cabo Mayor, ha registrado una altura máxima de 7,13 metros, aunque ayer por la mañana, cuando la costa estaba en alerta naranja, las olas alcanzaron los 10 metros.
En cuanto a las precipitaciones, Alto Campoo ha sido uno de los lugares donde más ha llovido durante el día de hoy, con 21,4 litros por metro cuadrado.
La alerta amarilla se mantendrá activa en la comunidad en Liébana, el centro y valle de Villaverde y la Cantabria del Ebro hasta las 14.00 horas, por lo que se recomienda a los ciudadanos tomar las precauciones necesarias y seguir las indicaciones de las autoridades.
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