El nuevo delegado del Gobierno en Cantabria y secretario general del PSOE local, Pedro Casares, se ha comprometido a trabajar incansablemente desde su nuevo puesto para el beneficio de la región, y ha extendido una invitación al gobierno regional del PP a colaborar de manera constructiva. Sin embargo, Casares ha señalado que espera una actitud más noble por parte de la presidenta María José Sáenz de Buruaga, especialmente tras las críticas que surgieron a raíz de su nombramiento.

En una entrevista con Europa Press, Casares expresó su preocupación por el tipo de respuestas que ha recibido de la presidenta, quien insinuó que el PSOE utilizaría su cargo como un “trampolín electoral”. Casares sugirió que la reacción de Buruaga revela una inseguridad dentro del Partido Popular al enfrentar un PSOE sólido que representa un papel crucial en el futuro de Cantabria.

El líder socialista también confirmó que el partido llevará a cabo un proceso de elecciones primarias para seleccionar al candidato a la presidencia de Cantabria de cara a las elecciones de 2027, afirmando que respetará los tiempos y las decisiones de sus compañeros antes de comunicar sus intenciones sobre su candidatura.

“Cantabria es mi tierra, mi compromiso y mi vida. Estoy dispuesto a dar todo de mí para mejorar nuestra comunidad”, afirmó Casares, subrayando la importancia de la democracia interna del PSOE, donde los candidatos son elegidos a través de un proceso de primarias.

De cara a su gestión en la Delegación, Casares anticipa un enfoque de diálogo constante con el gobierno regional. Sin embargo, no ha dejado de criticar a Buruaga por acusarlo de usar su nuevo cargo con fines electorales, destacando la ironía de que esas críticas provienen de alguien que ha sido parte del sistema político durante 20 años y ha contribuido a decisiones que han perjudicado a la comunidad.

Casares, quien ganó las primarias en febrero y asumió el liderazgo del partido en marzo, está preparado para tomar posesión de su nuevo rol el 4 de agosto. Este cambio se produce en un momento de inestabilidad, ya que ha habido varios delegados en la legislatura actual, y él espera estar a la altura de las expectativas que confiere este puesto.

Entre sus prioridades figuran abordar la crisis de la vivienda, mejorar la situación laboral y coordinar las fuerzas de seguridad. En este sentido, ha propuesto un Pacto por la Vivienda a la presidenta Buruaga, sugiriendo que debería aceptar los planes del Gobierno de España para aumentar significativamente la inversión en vivienda en Cantabria.

Asimismo, Casares está comprometido a colaborar con todas las instituciones a nivel tanto gubernamental como parlamentario, enfatizando la necesidad de superar el clima de confrontación que ha predominado en el ámbito político. “Vengo a ofrecer mi colaboración para trabajar por el bienestar de Cantabria”, reiteró, al tiempo que advirtió que no tolerará las injusticias en la vida política.

El nuevo delegado también destacó que Cantabria está experimentando una inversión sin precedentes por parte del Gobierno central, incluyendo proyectos históricos valorados en miles de millones de euros, lo que contrasta con la crítica situación que ha dejado el Partido Popular tras muchos años de promesas incumplidas.

Aunque ha recibido críticas del gobierno de Buruaga desde su nombramiento, Casares opina que es injusto que se le exijan resultados inmediatos cuando el Partido Popular ha sido parte del problema durante tanto tiempo sin resolverlo. Ha mencionado la urgencia de agilizar proyectos de infraestructura cruciales para la región, como las obras del tercer carril de la A-67.

También, acerca de las críticas del gobierno regional sobre la llegada de la alta velocidad a Cantabria, Casares reafirmó que el enfoque ahora debería centrarse en el cumplimiento de los plazos en lugar de preguntar si los proyectos se llevarán a cabo, una realidad que nunca se materializó con el PP en el pasado.