24h Cantabria.

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Condena de 17 años por asesinato de casera en Santander se vuelve definitiva tras no presentarse recurso alguno.

Condena de 17 años por asesinato de casera en Santander se vuelve definitiva tras no presentarse recurso alguno.

Un hombre ha sido condenado a indemnizar con 50.000 euros a dos hijas de una mujer fallecida en febrero de 2022 en su piso en Marqués de la Hermida, a los 69 años.

La condena a 17 años de prisión al hombre que asesinó a la mujer ha adquirido firmeza, ya que ninguna de las partes personadas en la causa ha recurrido la sentencia de la Audiencia Provincial de Cantabria.

La sentencia fue dictada hace un mes por la presidenta de la Sección Primera de la AP y también por el tribunal del jurado que declaró al acusado culpable de un delito de asesinato, al entender que la víctima no pudo defenderse.

En el fallo, que no ha sido apelado ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, la magistrada también impuso al condenado una indemnización de 50.000 euros a dos de las hijas de la fallecida.

La acusación particular inicialmente reclamaba prisión permanente revisable, pero cambió su petición a 25 años de cárcel tras el juicio. El fiscal, por su parte, ratificó su conclusión inicial interesando 20 años. La defensa pedía una pena de 15 años de cárcel, alegando la atenuante de drogadicción.

Los jurados estuvieron de acuerdo en todos los puntos objeto del veredicto salvo en dos, en los que determinaron por mayoría que el enjuiciado no tenía su capacidad de decisión y voluntad disminuidas en el momento de los hechos.

La jueza determinó en su sentencia que no concurren las circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal y fijó la pena en 17 años de cárcel, con inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y el pago de las costas procesales.

La investigación concluyó que el hombre, con numerosos antecedentes penales por violencia de género y doméstica, estaba en el piso de la mujer que le había cedido una habitación en alquiler. El acusado retuvo a la víctima en su habitación después de que ella se opusiera a que consumiera cocaína en la vivienda. La asfixió tapándole la nariz y la boca cuando advirtió presencia policial en el lugar.