La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de Cantabria está dando un paso significativo para abordar una grave crisis humanitaria al destinar una ayuda de emergencia de 10.000 euros para asistir a 24 familias saharauis refugiadas en los campamentos de Argelia, que sufrieron serias consecuencias tras las inundaciones ocurridas en septiembre en la región de Tinduf.

Esta iniciativa, impulsada a través del Fondo Cantabria Coopera y en colaboración con ACNUR, se centra en la adquisición de tiendas de campaña que ofrecerán un refugio esencial a estas familias, que se encuentran distribuidas en cinco campos de esta región desértica. La información fue compartida por el Gobierno del Cantábrico en un reciente comunicado de prensa.

El objetivo de esta acción, según destaca Begoña Gómez del Río, titular de la Consejería, es mitigar la situación de vulnerabilidad extrema en la que se encuentran estas familias, poniendo especial énfasis en los grupos más afectados, como son los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad. Esta atención integral busca no solo cubrir necesidades básicas, sino también ofrecer dignidad al sufrimiento que han padecido estos refugiados.

El Fondo Cantabria Coopera, que opera bajo la égida de la Consejería de Inclusión Social, se establece como una entidad pública cuyo propósito se orienta hacia el fomento de acciones de cooperación para el desarrollo sostenible. Su misión no se limita a la ayuda inmediata, sino que también busca establecer un marco de apoyo continuo que favorezca el bienestar de los individuos en contextos vulnerables.

Además, el fondo tiene la finalidad de promover y coordinar la cooperación descentralizada municipal en Cantabria, facilitando así que la solidaridad local se articule de manera efectiva hacia países en vías de desarrollo. De este modo, se contribuye al progreso de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en un esfuerzo por construir un futuro más equitativo y justo para todos.